El nombre de la cosa: Fascismo

El nombre de la cosa: Fascismo

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por Marcelo Sicoff

Umberto Eco fue un semiólogo, filósofo y escritor italiano, autor de numerosos ensayos sobre semiótica, estética, lingüística y filosofía, así como de varias novelas, entre ellas quizás la más famosa sea “El nombre de la rosa”. A mí, sin embargo la que más me gustó fue “El Péndulo de Foucault”.

“En el nombre de la rosa»,  que fue su primera novela y lo catapultó a la fama mundial, el profesor Eco transportó a millones de lectores por un viaje literario a la Edad Media. Los llevó al mundo extraño de una abadía benedictina en los Apeninos italianos donde el monje Guillermo de Baskerville logra esclarecer una serie de crímenes a principios del siglo XIV.

El Ministro de Justicia del gobierno de Milei está muy lejos de la calidad artística de Eco. Sin embargo esta semana intentó transportarnos a la edad media cuando dijo  impunemente que no acepta identidades sexuales que no estén alineadas con la biología. Sí ,eso dijo Cúneo Libarona  cuando tenía que ir a dar respuestas sobre cómo el Estado iba a proteger a las mujeres víctimas de violencia de género .

Mujeres a las que el gobierno que integra Cúneo Libarona está dejando desamparadas con políticas que desmantelan, por ejemplo, el programa acompañar. 

Mariano Cúneo Libarona el ministro de Justicia del gobierno de Milei , pertenece a una tradicional familia de letrados y se hizo famoso en la década de los 90  donde era habitual verlo en programas de chismes .

En 1996, Cúneo Libarona asumió la representación legal de Guillermo Coppola, ex representante de Diego Armando Maradona, en una causa en la que se lo acusaba de narcotráfico luego de que le encontraran 406 gramos de cocaína en un jarrón durante un allanamiento a su casa.

Fue abogado defensor de Amira y Emir Yoma -ex cuñados de Carlos Menem- investigados en el «Yomagate» por supuesto narcotráfico y tráfico de armas a Ecuador y Croacia.

La secretaria privada de Emir Yoma, Lourdes Di Natale, fue una testigo clave en la investigación, ya que llevaba una minuciosa agenda y apuntes que ayudaron a procesar y condenar a su jefe, quien finalmente fue sobreseído. La mujer, además, fue pareja de Cúneo Libarona con quien tuvo una hija, Agustina. 

Di Natale falleció en 2003 al caer misteriosamente de su departamento, en un décimo piso, en Recoleta. Había contado en entrevistas periodísticas que Yoma había pagado 400.000 dólares a través del vendedor de armas Diego Palleros a la empresa Daforel. Poco antes de su muerte, a los 43 años, había perdido la custodia de su hija. A pesar de que solía quejarse de que Cúneo Libarona no se ocupaba de la nena: «Ni se acuerda cuándo es su cumpleaños», repetía.

La muerte pasó como «suicidio» hasta 2008, cuando la Cámara de Apelaciones ordenó reabrir el expediente. La jueza Fabiana Palmaghini ordenó una reconstrucción de los hechos y la causa se cerró nuevamente. La familia Di Natale apeló la medida, pero la Cámara de Casación no admitió el planteo. Finalmente, en 2015, la Corte Suprema ordenó la apertura del caso que no tuvo avances.

En 1997, Cúneo estuvo un mes preso en el marco de la causa AMIA acusado de coacción agravada y de encubrimiento en la causa que investigaba el robo de un video del despacho del juez Juan José Galeano, en ese momento a cargo de la investigación del atentado a la AMIA. 

Cúneo Libarona representaba a dos policías acusados por el hurto, quienes finalmente fueron absueltos y todo se declaró nulo. 

El estudio de Cúneo Libarona estuvo temporalmente a cargo de la defensa de Giselle Rímolo, expareja del conductor Silvio Soldán, quien en 2012 fue condenada a 9 años de prisión por homicidio culposo, ejercicio ilegal de la medicina, estafa en más de 70 ocasiones y tráfico de medicamentos peligrosos

En 2016, el futuro ministro de Justicia defendió, junto a Fernando Burlando y Matías Morla, otros abogados mediáticos, a los responsables de «Time Warp», un evento de música electrónica, donde fallecieron cinco jóvenes de entre 20 y 30 años y decenas debieron ser hospitalizadas -seis de ellos en terapia intensiva- a causa del consumo de drogas sintéticas adulteradas. Los responsables fueron Adrián Conci, Facundo González y Víctor Stinfale.

Finalmente, Cúneo Libarona defendió al empresario Sergio Taselli, uno de los apuntados en los «cuadernos de las coimas» de Oscar Centeno, chofer del funcionario Roberto Baratta. Taselli fue detenido por el juez Claudio Bonadío cuando se presentó a declarar, pero más tarde fue excarcelado.

Cuneo que tiene estos antecedentes dice  algo realmente increíble, algo propio de un fascista  que es inédito  para una persona con un cargo tan importante  y, también es inédito que, por lo que dijo tampoco hubo  un repudio masivo .  Hubo algunos diputados, algunos diputados que pertenecen a la comunidad LGBT lo enfrentaron, lo denunciaron, pero la verdad no fueron muchos lo que le advirtieron que esta discusión ya estaba resuelta.

El mismo día la vicepresidenta de la Nación dice que va a impulsar la reapertura de las causas por crímenes civiles producidos por la guerrilla urbana. Ella dijo  por montoneros. Villaruel , se olvidó de algunas cosas. Se olvidó por ejemplo, que muchos no podrán ser juzgados porque fueron ejecutados sin ninguna de las garantías procesales que se le dieron a los genocidas a los cuales visitaron algunos legisladores del oficialismo. Tampoco dijo Villarruel que a muchos además les robaron sus bienes, les robaron sus hijos, se les quitó la identidad a esos hijos, se los violó.

¿Cuando fue que empezamos a sentir que nos trajeron al Medioevo?

En “El nombre de la Rosa”, Eco utiliza las características propias de la novela gótica, la crónica medieval, la novela policíaca, el relato ideológico en clave y la alegoría narrativa, y a  esa apasionante trama le agrega la reconstrucción de una época especialmente conflictiva, reconstrucción que no se detiene en lo exterior sino que ahonda en las formas de pensar y sentir del siglo XVI.

Cuneo Libarona, Villarruel y hasta el mismo Milei no son tan sofisticados y exquisitos como Eco. Son vulgares, simplistas, sólo les interesa entretenernos y hacer que discutamos temas cerrados en el mundo  mientras omitimos ver como la pobreza y el desempleo se apodera de nuestro entorno. 


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