El gobernador Perotti anunció anoche que, luego de semanas de restricciones, algunas actividades reabrirán de forma gradual a partir del sábado. En realidad, en algunos casos, viene a autorizar lo que en la práctica se venía haciendo a pesar de las restricciones, incluso con algunas medidas complementarias que resultan bastante lógicas.
Los bares, restaurantes y heladerías podrán atender hasta las 24 horas en espacios de la vía pública y ocupando sólo el 30% de las mesas en el interior de los locales. A su vez, también podrán volver a la actividad los gimnasios (disponiendo un sistema de turnos). Asimismo las actividades deportivas al aire libre.
Los comercios e inmobiliarias, también podrán abrir, pero por la tarde tras el cierre de los bancos y la administración pública.
Las actividades religiosas, cultos, reuniones o ceremonias se podrán desarrollar con hasta 30 personas. Mientras que se amplió a 10 el número de operarios habilitados en obras privadas.
Pero habrá mayores restricciones de circulación con el objetivo de reducir al mínimo posible el tránsito de personas entre las 20 y las 6 de la mañana. Por ende, sólo podrán hacerlo en ese horario personas que desarrollen actividades autorizadas. Si parece contradictorio es porque es contradictorio.
El gobernador reconoció el estado crítico del sistema de salud, y pidió máxima responsabilidad social, esto es el cumplimiento de protocolos y respeto a las disposiciones. Además exhortó a las personas mayores de 60 años a que “se queden en sus casas” por ser la población que ocupa más camas críticas en los hospitales públicos y privados, que ya se encuentran al límite de su capacidad.
Estas disposiciones son para las ciudades de Santa Fe y Santo Tomé y los departamentos Rosario, San Lorenzo, General López, Caseros y Constitución. Entran en vigencia mañana sábado y se extenderán por 14 días.