por Fabián Retamar
El gobernador Omar Perotti, en la apertura de sesiones de la legislatura provincial del pasado 1º de Mayo, planteó que era necesario que el presidente de la nación se involucre en la lucha contra el narcotráfico para que lo que padece y sufre Santa Fe no se expanda a otras provincias.
Al día siguiente, el gobernador y el intendente de Rosario, se reunieron en Casa de Gobierno con el presidente Alberto Fernandez y el Ministro de Seguridad de Aníbal Fernández para tratar este tema que aqueja a Santa Fe y en particular a Rosario y la región.
Tras la reunión, el mandatario provincial confirmó el compromiso del estado nacional de enviar 300 nuevos gendarmes en los próximos 30 días, que estarán de manera permanente y se suman a los 550 que habían arribado en primera instancia.
Además se prevé un envío posterior de agentes federales para completar un total de 1000 efectivos abocados a reforzar la seguridad en Rosario. A su vez, confirmaron la creación de un comando unificado para coordinar todos los operativos con la provincia. Esta unidad sería manejada por Gendarmería y el objetivo es definir la distribución de las fuerzas en el territorio.
Hubo otros temas que forman parte de la misma problemática y a los que se llegó a un acuerdo, entre ellos, vale mencionar el refuerzo de la seguridad en las cárceles federales; y acelerar la urbanización de los barrios carenciados de Rosario y alrededores.
Vale recordar que desde comienzos de este año y hasta el 19 de abril, en la provincia de Santa Fe se registraron -según los datos del Ministerio de Seguridad de la provincia- 118 homicidios, 77 de ellos ocurridos en Rosario. Dos semanas después, la ciudad de Rosario ya contabiliza más de 90 asesinatos.
