El 11 de septiembre de 2024, Carla Pegoraro y su hija Fabricia estaban frente al Congreso de la Nación manifestándose por el veto de Javier Milei a la Ley de Movilidad Jubilatoria, que se debatía simultáneamente en la Cámara de Diputados. Aquel día, las fuerzas de Gendarmería y Prefectura ejercieron una represión brutal utilizando gases lacrimógenos y palazos y tanto Carla como su hija Fabricia, de 10 años, resultaron heridas con gas lacrimógeno que lanzó un agente de la Policía Federal. El momento fue grabado y transmitido luego por los canales de noticias.
Esto dio motivo para iniciar una causa judicial; pero a pesar de las filmaciones de las cámaras de la Ciudad de Buenos Aires, presentadas en la causa junto a fotografías publicadas en varios portales; la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich afirmaba que «Nadie gaseó a una nena», y que la mamá de Fabricia era «irresponsable y violenta» haciéndola responsable porque “no debió llevar a una nena de 10 años a una marcha rodeada de personas violentas».
La Ministra de Seguridad posteó en su cuenta de X que: «En estas últimas marchas, hubo un grupo de militantes que fueron con piedras y palos a pegarle a la Policía y ahora dicen que la Policía le tira gases a una nena. Ya lo dijimos: llevar a los chicos a las marchas está prohibido. Los chicos a las marchas, no”.
Sin embargo, y más allá de los dichos de Bullrich, el oficial agresor, identificado como Cristian Rivaldi, quedó registrado por las fotos de los trabajadores de prensa justo en el momento que disparó el gas contra la niña, que se encontraba en el suelo junto a su mamá.
Ahora el efectivo de la Policía Federal, Cristian Rivaldi, imputado como autor del delito de «abuso de autoridad en concurso ideal con el delito de lesiones leves» deberá responder ante la Justicia por aquella la represión de septiembre de 2024.
La Sala 1 de la Cámara Criminal y Correccional Federal confirmó el procesamiento del policía sin prisión preventiva, al rechazar los recursos que había interpuesto la defensa.
