Falleció a los 96 años de edad, Héctor Alterio, un emblema de la escena nacional

Falleció a los 96 años de edad, Héctor Alterio, un emblema de la escena nacional

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En el día hoy, viernes 13 de diciembre, falleció a los 96 años de edad, Hector Alterio, uno de los actores más emblemáticos de escena nacional. Nacido en Buenos Aires el 21 de septiembre de 1929, tuvo una extensa carrera de mas de 65 años que comenzó en 1948 cuando debutó en la obra “Prohibido suicidarse en primavera”, de Alejandro Casona.

Al finalizar sus estudios de arte dramático, creó la compañía Nuevo Teatro en 1950, que le supone ser un renovador de la escena argentina de la década del 60, tuvo la compañía a pleno rendimiento hasta 1968.
En su extensa carrera interpretó tanto papeles protagonistas como secundarios, convirtiéndose en un símbolo a nivel internacional de la cinematografía y el teatro.

Sin embargo se hizo famoso sobre todo por sus trabajos en el cine que empezaron en 1965 con “Todo sol es amargo”, de Alfredo Mathé. Durante los años siguientes Alterio intervino en algunas de las mejores películas de la entonces nueva generación de cineastas argentinos. Ha hecho colaboraciones con Fernando Ayala en “Argentino hasta la muerte”, 1970; Juan José Jusid en “La fidelidad”, 1970; Héctor Olivera en “La venganza del Beto Sánchez”, 1972 y “La Patagonia rebelde”, 1974, Oso de Plata en Berlín. Y con el más destacado de ellos, Leopoldo Torre Nilsson en “El santo de la espada”, 1969, “La maffia”, 1971 y “Los siete locos”, 1972.

En 1975, mientras se encontraba en España, fue amenazado de muerte por la Triple A, por lo que decide no regresar a la Argentina y residir desde entonces en España, donde consiguió también la nacionalidad española. Se reunieron con él su esposa Modesta Ángela Bacaicoa Destéfano, y sus hijos Ernesto Alterio (1970) y Malena Alterio (1974), que han seguido sus pasos como actores.

Desde su exilio en 1975, Alterio también ha tenido participación en muchas producciones españolas, dejando memorables creaciones en “A un dios desconocido” (1977) de Jaime Chávarri, con la que obtuvo el premio al mejor actor en el Festival de San Sebastián; “El crimen de Cuenca” (1979) de Pilar Miró; “El nido” (1980) de Jaime de Armiñán, película nominada al Óscar y premio al mejor actor de la Asociación de Cronistas de Nueva York; o “Don Juan en los infiernos” (1991) y “El detective y la muerte” (1994); ambas películas de Gonzalo Suárez.

Sin embargo, no dejó de participar en numerosas películas Argentinas, en donde fue uno de los protagonistas principales en cuatro de las primeras cinco películas de ese país que llegaron a ser candidatas en la instancia final del Óscar a la mejor película de habla no inglesa, e incluso una de ellas lo ganó. Dichas películas fueron: “La tregua” (1974), “Camila” (1984), “La historia oficial” (1985) (que ganó el Oscar), «Tanguito» (1993) y “El hijo de la novia” (2001) entre tantas otras.

En Vientos de agua, una serie de televisión hispano argentina de 13 episodios, que narra el fenómeno de la inmigración a través del exilio de un español hacia la Argentina, huyendo de problemas políticos y el retorno de su hijo en 2001 debido a la crisis económica de ese país. En ella actuaron tanto él como su hijo (en realidad ambos hacían el mismo personaje, sólo que Héctor realizó las escenas en que el protagonista aparece de anciano y Ernesto las de joven, razón por la cual no se cruzaron nunca en el desarrollo de la serie).

En 2004 recibió el Goya de Honor y en 2008 el Cóndor de Plata por su trayectoria profesional. Fue un reconocido hincha de Chacarita Juniors por su tío el arquero Eduardo Alterio, alias Pibona, quien fue el primer arquero en marcar un gol en el profesionalismo.

Hector Alterio trabajó en más 150 películas, y en una de esas tantas, “Caballos Salvajes” (1995) dirigida por Marcelo Piñeiro, pronunció una frase que quedó inmortalizada en la memoria colectiva: “La puta; que vale la pena estar vivo!”.

Alterio defendió su mayor convicción: nunca recurrió a la ayuda de un método para actuar. “Lo mío -repetía una y otra vez- es nada más que sudor y lágrimas”. Murió en madrid en el día de hoy, a los 96 años de edad, la noticia fue confirmada por su familia a través de un comunicado en el que señalaron que falleció “después de una vida larga y plena dedicada al arte”


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