La de ayer domingo fue una jornada tensa. Una jornada cargada de impotencia y bronca, porque los voluntarios del Movimiento Regional en Defensa de los Humedales del Cordón Industrial esta vez nada pudieron hacer para evitar que las llamas arrasen los ranchos de las familias isleras.
Así lo describen su cuenta de facebook: “La devastación fue total, no quedo nada. Los voluntarios salieron a combatir el fuego en la zona frente a la desembocadura del arroyo San Lorenzo convocados de emergencia por gente que ya estaba en la isla.”
Prácticamente de noche, se dejó todo, como el viernes trabajando junto a los compañeros de la Brigada Punta de Flecha, pero esta vez no se pudo salvar nada. Las familias de la zona perdieron absolutamente todo después de horas de pelear contra el fuego. Nuevamente la ausencia total del estado. Nuevamente la desidia frente al ecocidio y frente a las vidas en peligro.
Una situación desesperante e insostenible, ¿Qué espera el estado para hacerse presente? Se necesitan más brigadistas, mejor equipados, tareas de prevención, de control de focos pequeños. La tragedia ambiental es incalculable, el daño a la salud también.
