De temporales con vientos fuertes

De temporales con vientos fuertes

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por Fabián Retamar

Esta vez la fuerte tormenta produjo innumerables destrozos en varias localidades del sur santafesino, las más afectadas fueron Casilda, Pujato, Fray Luis Beltrán, la zona oeste de Rosario y San Lorenzo. Los vientos huracanados superaron en algunas de estas localidades los110 kilómetros por hora.

La intensa lluvia caída en poco tiempo anegó muchas calles y el viento -temible- provocó voladura de techos y mampostería y derribó gran cantidad de árboles y columnas de alumbrado y de tendido eléctrico provocando el corte de energía.

Esta situación, que se repite cada vez mas, y que confirma que se reiterarán con mayor frecuencia, debería hacer pensar a quienes nos gobiernan, en la necesidad de proteger la integridad del ciudadano. Vale recordar que a Granadero Baigorria le tocó soportar varios temporales, siendo el del último 5 de febrero, el que más destrozos ha provocado.

Con la excusa de lo dictaminado en la ley 9004, dejaron crecer los árboles y con ellos sus raices, que levantaron veredas e ingresaron a los domicilios destruyendo parte de los inmuebles; y ahora -que algunos ejemplares superan los 12 metros de altura- hacen también que peligren personas, propiedades, vehículos, etc.

Los efectos del cambio climático llegaron para quedarse, y uno de esos efectos son este tipo de tormentas con vientos huracanados. Si no hacen algo pronto las consecuencias serán mucho peores.

La provincia debería tener ya un plan de eliminación de cableado aéreo para reemplazarlo por uno subterráneo. Y los municipios deberían tener ya un plan de reforestación y como mínimo -en el mientras tanto- bajar la altura de los árboles. Además deberían hacerse cargo del destrozo en las veredas.

Pero bueno, estamos donde estamos y estamos como estamos. Es lo que hay dicen algunos. Antes se decía que ferrocarrilles ponía las barreras cuando un tren atropellaba a un vehículo… quizá ahora -con este tema provocado por el cambio climático- debamos esperar una tragedia hasta que se dignen a hacer algo.


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