La viruela símica, o viruela del mono, es una enfermedad producida por un virus, que se transmite de animales a humanos y se puede transmitir también de una persona a otra a través del contacto físico piel a piel. El período de incubación suele ser de 6 a 13 días, pero puede oscilar entre 5 y 21 días. La enfermedad a menudo es autolimitada y los síntomas generalmente se resuelven espontáneamente dentro de los 14 a 21 días.
¿Cómo se transmite?
Se transmite por contacto físico estrecho de persona a persona (por ejemplo, cara a cara, piel con piel, boca con boca, boca con piel), incluido el contacto sexual. Un mayor número de parejas sexuales puede aumentar la exposición al virus. En el brote actual la gran mayoría de los casos ocurren en hombres que tienen sexo con otros hombres, aunque cualquier persona puede adquirir la enfermedad sin importar su identidad de género o su orientación sexual. La transmisión durante las relaciones sexuales puede ocurrir aunque no exista penetración o se use preservativo. Aunque éste es muy efectivo para prevenir el VIH y otras infecciones de transmisión sexual, su rol para evitar la transmisión de la viruela símica es muy limitado.
La viruela símica también puede transmitirse:
- Por contacto cercano o estrecho con lesiones, gotitas respiratorias y materiales contaminados, como toallas y ropa de cama.
- Una persona gestante cursando la infección puede transmitirla al feto desde la placenta, y durante o después del nacimiento a través del contacto piel con piel.
Aquellas personas que interactúan estrechamente con una persona enferma, incluidos los trabajadores de la salud, convivientes y las parejas sexuales, corren un mayor riesgo de infección.
¿Cuáles son los síntomas?
La viruela símica se caracteriza por las lesiones en la piel o mucosas. Estas lesiones pueden ser manchas rosadas planas o sobreelevadas, úlceras, ampollas o costras y generalmente producen dolor que puede ser intenso. Las lesiones pueden ser pocas o muchas y ubicarse en la piel o mucosas de cualquier parte del cuerpo, y son frecuentes en la región genital o anal.
También puede presentarse sin lesiones en la piel (por ejemplo, como inflamación aislada de la garganta o el recto).
Suele causar fiebre, cansancio, dolor muscular o de cabeza, inflamación de los ganglios y dolor en la región genital, el ano o el recto.
Es muy frecuente la coinfección con otras infecciones de transmisión sexual.
Las personas con inmunidad disminuida tienen mayor riesgo de padecer formas graves.
¿Qué tengo que hacer si creo tener viruela símica?
Si pensás que podés tener viruela símica, es importante que evites el contacto con otras personas y que consultes de inmediato a un centro de salud. También es una buena oportunidad para hacerte el test de VIH y otras ITS, y que hables con el equipo de salud sobre la posibilidad de tomar PrEP o PEP.
¿Cómo se previene la viruela símica?
En la actualidad, la mejor manera de prevenir es evitar el contacto piel con piel con personas infectadas o que tengan síntomas como fiebre, malestar general o lesiones en la piel..
¿Existe una vacuna disponible para prevenir la Viruela símica?
Actualmente, la vacuna de viruela disponible a nivel mundial no ha sido precalificada por la OMS para su utilización en viruela símica. Sin embargo, hay países como Canadá, Estados Unidos, algunos países de la Unión Europea, Chile, Brasil y Perú donde se está utilizando la vacuna basada en una cepa del virus vaccinia. Su producción es limitada ya que está dirigida a la inmunización en áreas endémicas y poblaciones especiales específicamente seleccionadas. Actualmente no se recomienda la vacunación masiva ni de la población general. En el caso de Argentina, no hay registro ni solicitud de registro en la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). No se encuentra disponible en Argentina.
(Datos del Ministerio de Salud de la Nación)