por Fabián Retamar
La ya tradicional marcha de Jubilados hacia el Congreso de la Nación, esta vez acompañada por militantes de partidos políticos opositores al Gobierno, sindicatos, gremios y Organizaciones Sociales, se realizó sin que se produjeran los desmanes del miércoles pasado cuando los enfrentamientos entre efectivos policiales y manifestantes dejó como saldo varios detenidos y personas heridas, entre ellas a Pablo Grillo, el fotoperiodista que aún se encuentra internado en el Hospital Ramos Mejía peleando por su vida.
Una diferencia fundamental y notoria es que en el día de ayer, no se percibió en la movilización la presencia masiva de hinchas de fútbol, a los que el Gobierno catalogó como «barrabravas» responsabilizándolos por la violencia.
Igualmente, vale decir que hubo ayer algunas corridas y forcejeos e incluso un intento de derribar las vallas dispuestas, pero esta vez la situación no pasó a mayores.
La marcha comenzó a las 16 horas, un rato antes de que Diputados del oficialismo celebraran el triunfo por la aprobación del DNU que avala el acuerdo con el FMI, La desconcentración de la zona del Congreso comenzó aproximadamente a las 18 horas, sin mayores incidentes con las fuerzas de seguridad.
Esta vez hacia el Congreso marcharon junto a los jubilados, varios sectores políticos opositores, como la La Cámpora, sectores sindicales como las dos CTA y la CGT, y varias organizaciones sociales.
También hay que decir que la convocatoria de ayer no tuvo la magnitud de la anterior, ya que el número de manifestantes fue significativamente menor; quizá por esto, el operativo montado por el Ministerio de Seguridad, terminó resultando excesivo.
Para el operativo se dispusieron unos 2.000 efectivos, entre policías de la Ciudad y fuerzas federales, para contener cualquier posible actitud violenta o desmanes que se produjeran por parte de quienes realizaban la protesta.