por Fabián Retamar
Con la herida dolorosa y aún fresca por el homicidio de Isaac Muñoz, ocurrido el miércoles 3 de noviembre, la sociedad bermudense volvió a conmocionarse ahora por la muerte de Lautaro Aranda, el joven de 22 años asesinado en Granadero Baigorria el pasado domingo por la noche. En menos de 15 días, dos jóvenes de Capitán Bermúdez fueron asesinados, y en esta oportunidad nuevamente la población bermudense se movilizó de forma masiva hasta el palacio municipal pidiendo seguridad y justicia.
Lautaro tenía dos hijos, uno recién nacido, y vivía con su pareja. El domingo pasado, un tal Brandon abrió fuego tras golpear la ventana de una vivienda de calle 3 de Febrero al 300 del barrio San Fernando, en la zona norte de Baigorria. Un balazo impactó sobre el pecho de Lautaro que falleció instántaneamente.
Ayer una multitud de vecinos se concentró en el barrio Batallán y partió por Avenida San Martín, hacia la municipalidad local donde empapelaron la fachada con pedidos de justicia por este crimen.
Por una pista que se tenía, en la misma noche del crimen la policía había detenido a un tal Brandon Uriel, alias el colombiano, en una vivienda de calle Dorrego al 3300 en el barrio San Fernando de Baigorria, pero tras la investigación recuperó su libertad.
Sin embargo, durante la jornada de ayer un joven de 19 años, también de nombre Brandon, fue detenido por la Agencia de nvestigación Criminal y el Grupo de Irrupción de Respuesta Inmediata (GIRI), en un domicilio de calle 10 de Abril al 600 del mismo barrio.
El padre de Lautaro aseguró que su hijo fue “víctima de la violencia urbana por el narcotráfico en Bermúdez y Baigorria”. La sociedad está harta… hace 7 años fue Any, hace dos semanas Isaac, el domingo Lautaro… a finales de 2020, en la bajada Formosa de Baigorria, fue Facundo Contreras y la lista de pibes de la región es innumerable.
No sería de extrañar que si esto sigue así las reacciones no sean tan pacíficas… por otra parte, quizá la justicia deba comenzar a hacerse otras preguntas, como por ejemplo, de donde sale el dinero que financia las campañas políticas en las que se invierten exhorbitantes sumas de dinero.
