por Fabián Retamar
Hace unos días la ministra de salud de la nación, Carla Vizzotti, y sus pares de las provincias, debatieron en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada, la estrategia de vacunación que implementaron algunos países desarrollados como Canadá que aplican una dosis para conseguir en menos tiempo mayor cobertura de vacunados.
Este debate entre los ministros surge a raíz de la inminente llegada de la segunda ola de Covid 19, agravada por la circulación de la cepa de Manaos que ya se ha detectado en algunas provincias como Córdoba. El análisis sobre la estrategia canadiense se produce luego de conocerse que el comité de asesoramiento de inmunizaciones de aquel país propuso espaciar las dosis hasta cuatro meses, aplicando AstraZeneca, Pfizer y Moderna.
Además, en Argentina, el ministerio de salud esperaba los resultados de un estudio que se hizo en el país, que respalda la evidencia internacional que asegura que cuanto más tiempo pasa desde la aplicación de la primera dosis de Covishield, más crece la inmunización.
Por otra México confirmó en el día de ayer que las dosis de la vacuna de AstraZenaca estarán disponibles para la Argentina el mes que viene. El presidente Alberto Fernández espera recibir 20 millones de dosis que, aplicando esta estrategia, alcanzarían para vacunar a casi la mitad de la población del país.
Paralelamente en el Ministerio de Salud de la Nación también siguen con atención los estudios sobre el impacto de la primera dosis de la Sputnik en quienes tuvieron coronavirus. Los resultados con que se cuenta hasta el momento indican que la inmunización lograda es similar a aquellos que no tuvieron coronavirus y recibieron las dos dosis.
Este dato resulta importante ya que no se trata de «ahorrar» la segundas dosis, pero sí espaciar su aplicación en la población que ya tuvo coronavirus, para lograr mayor capacidad de vacunación en menos tiempo.
