por Fabián Retamar
Tras el viaje “secreto” (del que todo el mundo sabía) de la secretaria de Acceso a la Salud de la Nación Carla Vizzotti a Rusia, trascendió en la jornada de ayer que Argentina comprará 25 millones de dosis de la vacuna rusa Sputnik V.
En el mes de agosto el gobierno ruso la presentaba como la “primera vacuna contra la covid-19”. Fue el mismo Vladímir Putin quien aseguró que se trataba de una vacuna segura y eficaz y contó incluso que una de sus hijas se la había aplicado.
Para mediados de setiembre una noticia pasaba desapercibida, y anunciaba que Rusia se proponía vacunar contra el COVID-19 a toda América Latina, región considerada una prioridad en el desarrollo y producción de la vacuna Sputnik V, eso declabraba Efe Kiril Dmítriev, jefe del fondo estatal encargado de suscribir contratos de venta y distribución con otros países. “Queremos salvar gente en Rusia, en América Latina y en todo el mundo”, comentó Dmítriev, por videoconferencia.
Más acá en el tiempo, durante la primer semana de octubre, una información daba cuenta que “Sputnik V” contra el coronavirus tuvo una respuesta de anticuerpos en el 100 por ciento de participantes de las primeras etapas de los ensayos clínicos.
Al respecto el presidente Alberto Fernandez dijo “Estarían en condiciones de darnos 10 millones de cada una de las dos dosis (que requiere la vacuna), las podemos tener en diciembre acá y en los primeros días de enero podríamos tener, según me dicen, 15 millones de dosis más”.
Y agregó que él mismo se inmunizará con la Sputnik V. “Tengo dos muestras que me mandaron de Rusia al comienzo de la discusión , pero no me parece justo que yo me vacune y otros argentinos no puedan vacunarse, más allá de que yo sé la responsabilidad que tengo”, admitió.
“A diferencia de otros que fabricaban vacunas, no teníamos en Argentina un interlocutor con el que pudiéramos hablar; entonces personalmente combiné un viaje a Rusia de la viceministra de Salud, Carla Vizzotti, y Cecilia Nicolini, que es una asesora mía en mi condición de presidente”, explicó Fernández.
El infectólogo y asesor del equipo de salud del presidente, Eduardo López, fue prudente respecto de la noticia, “la vacuna rusa utiliza la plataforma basada en adenovirus humanos de dos vectores. Esta plataforma de vacuna tiene publicado un trabajo de Fase 1 y 2 con 72 enfermos, con un seguimiento de 42 días y todos fueron voluntarios masculinos. Es el único dato que hay de la vacuna y creemos que es una vacuna que está en la Fase 3, pero hay que esperar los resultados para demostrar su efectividad en grandes grupos de población, dado que el programa incluye estudiar la vacuna en los Emiratos Árabes y en Rusia”
La vacuna rusa superó con éxito las fases 1 y 2 y actualmente se hacen pruebas de fase 3, en la que ingresará también Argentina a partir de esta semana. Para el gobierno, la vacuna ofrece un horizonte de salida y la certeza de que aquí no sucedería la segunda ola que hoy atraviesa Europa. Si bien gran parte de la industria ya está funcionando, hay sectores que continúan con muchas dificultades. Además, se reactivaría la totalidad del comercio, la gente volvería a las calles y se instalaría -suponen- un clima de optimismo económico.
