Aunque aún no hay un comunicado oficial, todo hace suponer que el cierre de la empresa de transporte Serodino se hará realidad. Ya en el mes de Mayo, la empresa anunciaba que a partir de julio dejaría de prestar servicios en las localidades de Aldao, Puerto Gral. San Martín, Ricardone y San Lorenzo.
El recorte de estos servicios ponía en evidencia la crisis que atravesaba la empresa, que sin duda afectaría también a los trabajadores. Y efectivamente, el pasado 13 de diciembre la empresa resolvió despedir a 13 de los 22 choferes que integran el plantel de la firma.
Esto derivó en un corte y quema de cubiertas frente al galpón donde se guardan las unidades, sobre la Ruta 91, el impedimento de sacar los colectivos a la calle y un paro por tiempo indeterminado por parte de choferes, mecánicos y personal de limpieza.
El conflicto llegó al Ministerio de Trabajo que dictó Conciliación Obligatoria y aunque la empresa no se presentó a la reunión ni reincorporó a los trabajadores; el jueves último, algunas unidades salieron a la calle para brindar el servicio público.
Los trabajadores de la empresa, que no estaban adheridos a U.T.A. ya que -según afirman, era “prácticamente una condición para trabajar allí”– decidieron afiliarse al gremio ya que los rumores de venta y vaciamiento de la histórica empresa crecían cada vez más. La conciliación dictada es por 15 días hábiles, pero una vez concluida, en la primer quincena de enero de 2023, la situación será incierta.
