por Fabián Retamar
En la creencia de poder mejorar el humor social a través de una secretaría, el Jefe de Gabinete Juan Manzur, creó una unidad especial de “Resiliencia” con el objetivo de mejorar la autoestima y el humor de la sociedad argentina. Los gobiernos desde hace algunos años vienen creando cargos con denominaciones simples o rimbombantes hasta para andar en bicicleta; pero lo de Manzur es casi tan absurdo como aquel proyecto de los 90, del entonces Secretario de Cultura Jorge Asís, que en un intento por preservar el uso del idioma español, pretendió prohibir el uso de términos en inglés de manera obligatoria.
La idea de la Secretaría de Resiliencia duró un abrir y cerrar de ojos, un santiamén como decían las abuelas… en menos de 24 horas de anunciada su creación en el Boletín Oficial la Jefatura de Gabinete informó que decidió dejarla “sin efecto”. Sin embargo, sus funciones, que incluyen “subir la autoestima social” quedarán bajo la órbita del Ministerio de Salud a cargo de Carla Vizzotti.
Ayer por la noche, y después de una jornada cargada de críticas, el gobierno comunicó la decisión de dejar sin efecto la creación de esta secretaría que iba a estar a cargo de Fernando Melillo, quien fuera presidente de la Coalición Cívica ARI porteña y por un enfrentamiento con Carrió, se sumara al kirchnerismo en 2006 de la mano del hoy presidente Alberto Fernández.
Aún se recuerda aquel nombramiento de la arquitecta María Belén Cardasz en el gobierno de Mauricio Macri, primero como “Directora de Movilidad en Bicicleta” y menos de un año después como “Directora de Proyectos No Motorizados”. En la misma línea, ahora, el cargo que iba a dirigir Melillo era “Unidad Ejecutora Especial Temporaria Resiliencia Argentina”… todo un título para una secretaría que iba a tener la difícil -o casi imposible- tarea de mejorar el humor social de los argentinos.
