por Fabián Retamar
Ayer, tras la sesión de la Cámara de Diputados, el veto del presidente de la Nación quedó firme. Y era de esperar. El martes, Javier Milei se había asegurado de que los diputados no llegarían a los dos tercios necesarios para voltear el veto. Y estaba seguro porque se reunió y consiguió el apoyo de cinco legisladores radicales para refrendar el veto a la movilidad jubilatoria.
A raíz de esto la bancada radical estalló y quedó al borde del quiebre. A tal punto es así, que Facundo Manes propuso pedir a Rodrigo De Loredo la expulsión de los diputados Mariano Campero, Luis Picat, Martín Arjol, Pablo Cervi y Federico Tournier que se reunieron con Milei y terminaron votando a favor del veto en la jornada de ayer
Los diputados mencionados habían votado a favor de la ley vetada por el presidente, pero increíblemente ahora, “recapacitaron” y cambiaron de opinión. Esto provocó la reacción de la Convención Nacional de la UCR que reprochó la actitud de los cinco diputados a través de un comunicado y en el que además, pide a los legisladores a que “sean coherentes” con la iniciativa que el propio radicalismo presentó.
Más tarde, el Comité Nacional de la UCR, que preside Martín Lousteau, reposteó el comunicado en X: “El Comité Nacional reafirma y hace propia la declaración de la Honorable Convención Nacional”.
Los 153 votos rechazando el veto no alcanzaron para lograr los dos tercios necesarios para voltearlo porque hubo 87 votos que lo avalaron y 8 abstenciones. Pero esto, es mucho más que una victoria oficialista.
La respuesta que encontraron los representantes de Evolución Radical y los integrantes del grupo de Manes de parte del jefe de bloque de la UCR en Diputados, Rodrigo De Loredo, es que no hay chance de apartar a los legisladores que se inclinaron por cambiar su voto. Es probable que esta situación, sumamente incómoda para la UCR, los coloque frente a un dilema que seguramente debatirán puertas adentro.
Por otro lado, mientras se desarrollaba la sesión en Diputados, frente al congreso, hubo manifestaciones de jubilados y organizaciones sociales que repudiaban el veto… Fueron reprimidos con palos, gases y balas de gomas por las fuerzas federales.
