Ayer, sábado 15 de mayo, en la ciudad de San Lorenzo, una vecina que fue a tirar basura en un contenedor se topó con un pequeño ataúd que por sus dimensiones parecía corresponder a un niño. La mujer dio parte al 911 que rápidamente llegó al lugar junto con una camioneta del Comando Radioeléctrico para realizar las primeras pericias.
Luego de tomar fotografías, los efectivos policiales cargaron el contenedor completo en el vehículo del comando, para trasladarlo y continuar con las pericias correspondientes. Aunque todo indicaba que podría tratarse del cuerpo de un niño, el equipo de antropología asignado a la investigación comprobó que dentro del féretro se encontraba el esqueleto de un gato.
Antes de abril el ataúd, los antropólogos pensaron que podría tratarse de un adolescente ya que una placa sobre la tapa del féretro, indicaba el nombre “Michi” y las fechas de nacimiento y muerte, que eran 19 de diciembre de 1983 y 25 de febrero de 1999, lo cual indicaba además, que podría tratarse de un joven de 16 años de edad.
Sin embargo, al abrir el ataúd -que se encontraba en muy buen estado de conservación- los investigadores se encontraron con los restos óseos de “Michi”, que se supone era un gato muy estimado por la familia que lo tuvo en vida.