Cómo no recordar a Lidia Catalano en papeles tan emblemáticos del cine nacional como el de Emilia Musicardi en “Esperando la Carroza”; o el de Delfina en “Apariencias” o el de Bety en “¿Quién dice que es fácil?”. Además Lidia fue parte de “La historia oficial”, la película que ganó el primer Oscar para nuestro país.
En la jornada de ayer, domingo 26 de enero; la Asociación Argentina de Actores (AAA) confirmó que la actriz, de 79 años y una extensísima trayectoria en cine, televisión y teatro, había fallecido. «Con profundo dolor despedimos a la querida actriz y afiliada Lidia Catalano, quien dejó una marca imborrable en todas las ramas de la actuación. Acompañamos a sus seres queridos en este difícil momento», postearon en sus redes sociales.
En 2003 había recibido el Premio Podestá a la Trayectoria Honorable, entregado por el Senado de la Nación.
En su larga trayectoria, y además de lo ya mencionados, la actriz trabajó en innumerable cantidad de filmes, como por ejemplo «Camila», «No me toquen a la nena», «Señora de nadie», «El caso María Soledad», «Hermanas», y «Tiempo de revancha» entre muchas otras.
En televisión participó también en un sinfín de ficciones como «Aprender a volar», «Ciega a citas», «Chiquititas», «Verdad Consecuencia»,» Nueve lunas», «Alma pirata», «Un año para recordar», «Jesús el heredero», «Tiempo final», y «Zona de riesgo» entre muchas otras.
En teatro se destacó en «El bochicho», «La coronela», «Jettatore…!», «Rita la salvaje», «Sacco y Vanzetti», «La ópera de dos centavos» y «Nuestra América» entre otros.
Catalano había nacido el 11 de septiembre de 1945 en la Ciudad de Buenos Aires. Se formó como actriz con Hedy Crilla, y dio sus primeros pasos en los escenarios con Julio Ordano y Agustín Alezzo.
Estaba afiliada a la Asociación Argentina de Actores desde 1976 y durante su vida siempre se mantuvo comprometida con las actividades del sindicato. Una de sus últimas apariciones públicas fue la participación en las Elecciones de la Asociación Argentina de Actores a fines de noviembre pasado.
La muerte de Lidia Catalano deja un gran vacío en la cultura argentina, pero también un gran legado que se seguirá reflejando por siempre en cada película, en cada escena de televisión o en cada obra que la tuvo como protagonista.