por Fabián Retamar
Eduardo Natali, el pequeño de Capitán Bermúdez con Encefalopatía Crónica No Evolutiva, falleció en el día de ayer a consecuencia de una descompensación sufrida durante la madrugada. El adolescente de 13 años necesitó sobre finales de abril, una cirugía para intentar corregir una desviación de columna.
La finalidad de esa cirugía fue mejorar su calidad de vida pero cuando le dieron el alta médica, su padre, Aníbal Natalí, no pudo llevarlo a su casa dado que los reclamos ante la Municipalidad de Capitán Bermúdez por los ruidos molestos ocasionados por el supermercado ubicado al lado de su domicilio, que dañaban al pequeño, jamás fueron escuchados.
Eduardo, a causa de la Encefalopatía, era hipersensible a los ruidos y su padre luchó durante años para que los ruidos ocasionados por la carga y descarga de mercaderías para el supermercado lindero a su casa cesaran, pero todo fue en vano. Por esta razón, tras el alta por la cirugía de columna, decidió llevarlo a un lugar seguro y lejos de los ruidos que tanto estresaban a su hijo.
Sin embargo, y a pesar de todos los recaudos y los esfuerzos, unos días después -el 16 de mayo- Eduardo ingresó nuevamente al nosocomio con un cuadro de bronco espasmo por el cual debió ser intubado y derivado a terapia intensiva. Permaneció internado y luchando hasta el final como el gran guerrero que fue; pero lamentablemente su estado era demasiado delicado y finalmente falleció en la jornada de ayer.
Fue acompañado en las redes sociales por innumerable cantidad de personas que siguieron su evolución a través de los informes que hacía diariamente su padre, que ayer, en su cuenta de facebook, posteó la más emotiva de las despedidas: “Vuela alto hijo. Te Amaré hasta la eternidad. Ahora sos un gran Angel de Dios…”
