por Fabián Retamar
Tina Turner falleció este miércoles a los 83 años en Zúrich, Suiza, indicó un comunicado de su representante que dice: “Tina Turner, la ‘Reina del Rock’n Roll’, murió en paz hoy a la edad de 83 años después de una larga enfermedad en su casa en Kusnacht, cerca de Zúrich, Suiza”.
Tina, cuyo nombre real era Anna Mae Bullock, nació en Tennessee en noviembre de 1939. De niña vivió en varios hogares, a veces separada de su hermana. En 1957, a los 17 años de edad, subió al escenario del Manhattan Club de St. Louis donde actuaba la banda Kings of the Rhythm, cuyo lider era Ike Turner, líder de la banda, quien la contrató como corista.
Físicamente maltratada, emocionalmente devastada y en la ruina económica , alcanzó el éxito por sí misma a sus 40 años, tras alejarse de Ike Turner. De una relación con el músico Raymond Hill tendría a su hijo Craig, quien se suicidó en su estudio de California en 2018. Producto de su tormentoso matrimonio con Ike Turner, nacería su hijo Ronald; y Tina también adoptaría a Ike Tuner Junior y a Michael, los hijos de su exesposo.
Dueña de un impresionante catálogo de éxitos que van desde clásicos mil veces versionados, como ‘River Deep, Mountain High’ (1966) a himnos del pop como ‘We Don’t Need Another Hero’ (1985), Tina movió las piernas, impresionantemente atléticas, como ninguna otra.
Tras divorciarse de Ike Turner en 1976, con quien vivió una verdadera de pesadilla, la compositora se encargó de sanar sus heridas y de superar el trauma que le generó esa relación abusiva con Ike. Diez años después, en 1986, se encontró con Erwin Bach, un adinerado productor, 16 años menor que ella, que la supo tratar bien desde el comienzo y con quien comenzó un largo noviazgo de 25 años, hasta que en 2013 decidieron casarse.
Fue una boda de lujo que tuvo la presencia de grandes artistas y también fue el momento en que ella decidió renunciar a la ciudadanía estadounidense para poder convertirse en suiza país en el que residía desde hacía 20 años y el lugar donde imaginó su vida con Erwin.
En el mismo año 2013, y tan solo tres semanas después de su casamiento, Tina sufrió un accidente cerebrovascular (ACV), que la obligó a tener que reaprender a caminar. En 2016 le diagnosticaron cáncer intestinal y al año siguiente, Tina requirió un trasplante de riñón tras detectarle insuficiencia renal a causa de la medicación que tomaba para la presión sanguínea. El donante fue su esposo, Erwin Bach.
La artista norteamericana, nacionalizada Suiza, creadora de éxitos como What’s Love Got to Do With It, Proud Mary, River Deep, Mountain High, o The Best, dejó una enorme huella en la música mundial. Pasó sus últimos años en una mansión de más de 24.000 metros cuadrados en Lago Zúrich, donde vivió feliz junto al amor de su vida.
