La actividad solar podría afectar satélites, sistemas de comunicación y redes eléctricas

La actividad solar podría afectar satélites, sistemas de comunicación y redes eléctricas

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por Fabián Retamar

Ya en el mes de abril del corriente año, algunas noticias advertían sobre el aumento de la actividad solar y las consecuencia que podrían traer al planeta, en especial afectando sistemas de comunicaciones, las redes de distribución eléctrica y otros equipos tecnológicos. La preocupación creció en el mes de mayo cuando, a causa de las explosiones solares, se registraron algunos apagones de radio en Asia y Australia.

En las últimas semanas de junio, la superficie solar volvió a generar una actividad particular, con grandes explosiones que -según describe la NASA- son como un estallido de luz que llega a la Tierra en cuestión de minutos transportando partículas de alta energía que interactúan con nuestra atmósfera.

Pero además de las explosiones solares se producen “eyecciones de masa coronal” (CME, por sus siglas en inglés) que es mucho más poderosa que una explosión solar porque está repleta de grandes cantidades de plasma y flujo magnético.

Según el Centro de Predicción del Clima Espacial de Estados Unidos estas CME -cuando son fuertes- pueden causar el colapso de sistemas de red completos e interferencias en las comunicaciones por radio durante días.

Los científicos aseguran que no saben aún, qué es lo que está impulsando esta fuerte actividad solar. El comportamiento del sol cambia según los diferentes ciclos, desde ciclos cortos de 11 días hasta ciclos largos de 80 años. Todavía hay muchas incógnitas, y con los datos existentes no se puede predecir con precisión la actividad solar.

No obstante, según el pronóstico oficial, se espera que el pico máximo de actividad solar se produzca en abril de 2025. Pero con estas tendencias de actividad solas, es probable que esa predicción se adelante a nuestros días.

Como sea, todo indica que tarde o temprano llegará alguna tormenta solar potente que afectará de alguna manera nuestros sistemas de comunicación, las redes de distribución eléctrica y otros equipos tecnológicos… De todos modos el planeta está advertido y muchos países -por las dudas- van tomando recaudos para mitigar el problema.


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