Los incendios no cesan. El riesgo crece y la acción se hace más fuerte.

Los incendios no cesan. El riesgo crece y la acción se hace más fuerte.

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por Fabián Retamar

Los incendios no cesan y ya no es sólo la flora y la vida animal la que está en riesgo… tampoco es el humo que contamina el aire el peor de los problemas… es que ahora también hay vidas humanas en riesgo… esto quedó demostrado este fin de semana tras los hechos ocurridos en el sector conocido como Boca de la Milonga, donde el incendio arrasó con las viviendas de varios isleños, dejando de manifiesto el peligro que corren sus vidas.

Tal como se anunció durante la mañana de ayer, por la tarde se realizó el corte de la ruta interprovincial que une -a través del puente- las ciudades de Rosario y Victoria. Desde las 16 horas de ayer la circulación de vehículos por el puente se vio interrumpida por la protesta -totalmente justificada- de los sectores que se autoconvocaron.

No obstante el humo provocado por la quema de pastizales en las islas hizo que se ordenara evacuar la estación de peaje del puente y que Gendarmería cortara el tránsito debido a la escasa visibilidad reinante, haciendo que una gran cantidad de vehículos quedaran varados sobre la ruta en la mano a Entre Ríos.

Los manifestantes desarrollaron una asamblea para debatir la continuidad de la protesta, decidiendo solicitar mayor presencia del estado y pidiendo el urgente envío de brigadistas y aviones hidrantes para apagar las quemas en los humedales. Además, no descartaron mantener acciones de corte hasta tanto se los escuche y se de una solución a este flagelo.

Las declaraciones de algunos manifestantes y referentes de reconocida organizaciones ambientalistas a diferentes medios periodísticos dan cuenta de la bronca, el sentimiento de hastío y la sensación de desprotección que sufren.

Los incendios ya han provocado la destrucción de gran parte del medio ambiente de las islas y algunas voces ya comienzan a hablar de incompetencia y de complicidad por parte de distintos niveles del estado.

Entre miembros de diferentes agrupaciones y manifestantes en general comenzaron a darse nombres de algunos funcionarios del estado nacional y provincial con responsabilidad en áreas medioambientales a quienes exigirían su presencia y su intervención para resolver el problema.

La consigna continúa más vigente que nunca: Ley de humedales ya


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