por Fabián Retamar
A las denuncias que habitualmente estamos acostumbrados a escuchar sobre el mal estado edilicio de los establecimientos educativos de la región, o la falta de agua, o el dictado de clases en patios o galerías, o los robos en las cercanías, se suma otro problema que se consolida con el paso del tiempo y pone en evidencia la ausencia total del estado.
En Granadero Baigorria unos 250 padres no tienen lugar para sus hijos en las escuelas secundarias de la localidad para el ciclo lectivo 2022. Algunos padres llegaron a anotar a sus hijos hasta en tres escuelas y no quedaron en ninguna tras el sorteo realizado entre los inscriptos.
Esto ocurre obviamente porque faltan escuelas. El crecimiento demográfico no fue acompañado por la construcción de establecimientos, con los correspondientes nombramientos de directivos y docentes, personal no docente, etc. La ausencia del estado, o el desentendimiento sobre los temas que son de su orbita, se plasman muy claramente en este tipo de problemáticas. Por otra parte, y como es habitual, las gestiones en las localidades afectadas comienzan a destiempo… siempre tarde.
Ante esta situación, por cierto desesperante, un grupo de padres se dirigió al Ministerio de Educación en busca de una respuesta. Desde el ente oficial, el Supervisor de la sección, aseguró que los chicos tienen garantizado un banco… pero lo que no puede asegurarles es dónde, dado que en lo que refiere a escuelas secundarias, no hay entrada por radio escolar, como ocurre en las escuelas primarias, sino que es por cupo. Cuando los inscriptos superan la cantidad de matrículas que puede tomar el establecimiento se realiza un sorteo. El chico que no resultó favorecido en el sorteo seguramente tendrá un banco, pero quizá lo tenga en alguna localidad del cordón industrial, o en la ciudad de Rosario.
Una funcionaria del ministerio también les sugirió que vayan a inscribir a sus hijos a otros colegios, pero los padres aseguran que en ningún establecimiento los toman porque las inscripciones y los sorteos ya se hicieron en casi todas las escuelas. No obstante, esta funcionaria les dijo que ahora deberían ir todas las semanas a las escuelas donde se anotaron porque suele ocurrir que muchos de los que se inscriben en varias escuelas salen sorteados en más de una y al elegir en cual quedarse dejan una vacante.
Pero aun siendo así, en algunos casos el numero de sorteo ubica a los chicos en el puesto de espera número 190 o más, y el banco que garantiza el Ministerio de Educación podría ser, por ejemplo, en la zona sur de Rosario o en algún colegio de San Lorenzo, ocasionando terribles inconvenientes de organización familiar.
Esta historia se viene repitiendo desde hace varios años y la solución no llega; ni siquiera se vislumbra. Ahora, estos padres deberán volver a cada escuela a preguntar si se produjeron vacantes y deberán hacerlo durante cada semana de diciembre, y luego en el mes de febrero.
Llegado ese momento sabrán qué les toca en suerte para sus hijos. Mientras tanto deberán padecer el sufrimiento, la angtustia y la desesperación por la incertidumbre.
