¿Por qué China necesita poblar Latinoamérica de granjas de cerdos?

¿Por qué China necesita poblar Latinoamérica de granjas de cerdos?

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por Fabricio Navone

La producción de esa proteína animal es clave para garantizar la seguridad alimentaria de la potencia asiática para las próximas dos décadas.

Si bien, la peste porcina africana que se extendió por China y obligó a sacrificar a más de 100 millones de cerdos explica, en gran medida, el plan del gigante asiático para instalar granjas de cría intensiva en Sudamérica, no lo hace en toda su dimensión.

Lo cierto es que a pesar de la pandemia, que afectó las proyecciones de crecimiento para todos los países del mundo y principalmente para China, donde se desencadenó el virus, se estima una recuperación acelerada de la economía del país oriental para los próximos 20 años.

El aumento del PIB y su impacto en el ingreso per cápita generan mejoras en el nivel adquisitivo de la población que en las clases más bajas se traduce en una mejora de la alimentación, explicó en diálogo con La Política Online, el especialista en ganadería y secretario de Agroalimentación del gobierno de Santa Fe, Jorge Torelli.

El Partido Comunista de China proyecta que por la suba del poder adquisitivo de su población se va a disparar el consumo de proteína animal y por eso planean montar mega granjas de producción de cerdo en Latinoamérica para abastecer a su población de 1.400 millones de habitantes.

«Los sectores poblacionales más bajos cuando tiene un mejor poder adquisitivo, lo primero que hacen es mejorar su alimentación que en China significa incorporar mayor cantidad de proteína animal«, amplió el funcionario.

Es que actualmente, en el gigante asiático, el consumo per cápita por año de proteína animal es de 90 kilos, fundamentalmente de pescado y en segundo lugar de cerdo mientras que en Argentina, el promedio es de 115 kilos al año de pollo y carne bovina principalmente.

Claro que para un país con 1.400 millones de habitantes, este aumento en la demanda de proteínas animal pasa a convertirse en uno de los principales ejes de la política de Estado del Partido Comunista Chino, sobre todo, luego de la gran hambruna que se produjo a principios de la década del 60′ impulsada por el Salto Adelante de Mao, que provocó entre 15 a 30 millones de muertos.

«Los chinos planifican a 15 o 20 años los lineamientos para alcanzar la seguridad alimentaria y con estos objetivos se proyectaron las granjas de cerdos intensivas en Argentina. América del Sur es una de las pocas regiones que pueden seguir produciendo cereales a escala para alimento animal», señaló Torelli.

Por consiguiente, China avanza en un acuerdo con el gobierno argentino para instalar más de 20 granjas intensivas en el país con capacidad para albergar 12 mil madres; un programa integral que incluye todas las etapas de producción cárnica, desde el cultivo del cereal para el alimento hasta el procesamiento en frigorífico con una inversión que rondan los 3.500 millones de dólares en 8 años y promete más de 10 mil puestos de trabajo directos.

Los especialistas en ganadería santafesinos subrayan que los plazos en que está pensado el plan de producción de carne porcina para China, no tienen como objetivo inmediato recuperar las pérdidas por la fiebre africana sino que persigue finalidades a más largo plazo.

La fiebre africana forzó a China a sacrificar unos 150 millones de cerdos para contener los contagios, generándoles un déficit para este año,de 18 millones de toneladas de proteínas, que los obligó a descongelar la relación con Estados Unidos y ampliar las compras a Argentina y Brasil.

En cuanto a las pérdidas que sufrió China por la peste, si bien es difícil encontrar datos oficiales, se infiere que podrían haber sacrificado hasta 150 millones de cerdos para contener los contagios que representa un déficit, para este año, de 18 millones de toneladas de proteínas que los obligó a descongelar la relación con Estados Unidos y ampliar la compra a Argentina y Brasil, sus principales proveedores.

Por otro lado, China también empezó a incorporar, de a poco, carne bovina a la que acceden las clases altas y el turismo internacional. De hecho, el mismo Jorge Torelli encabezó el año pasado una misión como vicepresidente del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina -IPCVA- para difundir los cortes criollos en un mercado que está más identificado con la producción japonesa o australiana.

Fuente: Lapoliticaonline


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