por Fabián Retamar
En noviembre de 2003, dos serenos de la Municipalidad de Granadero Baigorria fueron reducidos a punta de pistola por un grupo de delincuentes que ingresó al edificio municipal logrando llevarse una caja fuerte cuyo peso se estimó en 300 kilogramos y en cuyo interior había documentación oficial, dinero en efectivo y varios cheques.
Pero esa no había sido la primera vez que robaron en la municipalidad. Un tiempo antes también habían ingresado logrando llevarse una importante suma de dinero en efectivo. Sin embargo, la segunda vez, cuando se llevaron la caja fuerte, los serenos, que eran dos beneficiarios del Plan Trabajar, fueron amenazados a punta de pistola y encerrados en el baño, lo que permitió a los ladrones trabajar con total tranquilidad durante horas ante de trasladar la caja hasta el vehículo en el que huyeron.
Ahora se da una situación similar pero esta vez en el cementerio local, donde los malvivientes hicieron un boquete en una pared para ingresar a la sede de la administración donde accedieron a la caja fuerte.
El hecho se produjo en la ventosa madrugada del jueves 9 de setiembre y se presupone que los delincuentes conocían perfectamente la dependencia ya que lograron ingresar al sector de baños realizando un boquete y desde allí ganaron el sector de oficina donde se halla la caja fuerte.
Según el relato de Patricia Leguizamón, al frente de la administración, el personal de maestranza se encontró con el orificio al llegar al lugar. Una hora después, aproximadamente a las 7 de la mañana, se radicó la denuncia correspondiente, mientras empleados municipales trabajaban tapando el boquete. Leguizamón afirmó que se llevaron unos 230 mil pesos en efectivo, cheques, y además placas de bronce y herramientas.
