por Fabián Retamar
Hace algunas horas se realizó, una manifestación del personal de salud frente al hospital Eva Perón, en defensa de la gestión del Director, Jorge Kilstein… Pero queda claro que aunque la gestión haya sido buena, si la denuncia que pesa sobre supuestas personas vacunadas sin que les correspondiera el turno, logra comprobarse, seguramente habrá sanciones justas y merecidas.
Al tomar estado público la denuncia realizada el pasado 21 de mayo en la delegación Rosario del Ministerio de Salud de la provincia, por parte del jefe interino de Enfermería del Hospital Eva Perón, Ariel Pérez, estalló un escándalo que involucraría a políticos, sindicalistas y personas vinculadas al propio director del efector público.
Según declaraciones del secretario de Salud de Santa Fe, Jorge Prieto, hechas en el día de ayer a medios rosarinos, el gobierno provincial abrió una investigación apenas recibida la denuncia. El funcionario recordó que ante un caso similar, ocurrido en Reconquista, el centro de salud fue intervenido y se realizó la correspondiente denuncia penal y administrativa.
«La denuncia es reciente, tenemos que ver la documentación, que no podemos revelar porque hay secreto sumarial, y si fue una vacunación en este tiempo o fue previo a los trabajadores esenciales», señaló Prieto a Rosario3 y agregó: «Si las vacunas fueron aplicadas, hay un registro así que se buscará la trazabilidad y las pruebas necesarias como se ha hecho en otros efectores, en Reconquista, donde una vez que se hicieron las actuaciones sumariales, el fiscal de Estado determinó la intervención. Las consecuencias penales son paralelas a lo administrativo».
Aunque uno entiende que la justicia tiene sus tiempos, en casos como estos, como reconoce el propio Prieto, hay poco que investigar para determinar si hubo irregularidades o no al aplicar vacunas, ya que existen registros muy precisos sobre las aplicaciones efectuadas.
La denuncia sobre este tema, sumamente sensible en la sociedad ya que aún hay parte de la población objetivo que no fue vacunada, fue realizada hace 20 días y nadie salió a decir absolutamente nada hasta que tomó estado público por la denuncia mediática y el pedido de informes realizado en la legislatura provincial por el diputado Carlos del Frade.
Según Ariel Pérez, el denunciante, ambas dosis de las vacunas se aplicaron en el despacho del director, entre enero y febrero de este año, y vale recordar que en esas fechas las dosis estaban reservadas únicamente para trabajadores de salud de la primera línea.
Más allá de los nombres que surgen, y las excusas que den, habrá que pensar que si esto ocurrió a nivel nacional -cuando aún Ginés González García estaba a cargo del Ministerio de Salud- y luego en algunas provincias incluida Santa Fe con el caso de Reconquista y ahora esto en el Eva Perón, algo debe estar haciéndose mal y habrá que corregirlo para que no siga ocurriendo en adelante.
Por otra parte justo en este momento la provincia al detectar falsedad en los datos de personas que piden vacunarse por tener comorbilidades apela al sistema provincial de salud (SICAP) para corroborar con la identidad de la persona si efectivamente padece esta comorbilidad ya que se debe seguir en forma estricta el esquema de vacunación.
Y por otra parte más allá de las acciones legales y administrativas que correspondieran a quien haya autorizado estas vacunaciones, surgen algunas preguntas… ¿cómo hicieron las personas vacunadas para acceder?, ¿con quién hablaron? ¿solicitaron el turno en la página de la provincia como debe hacerlo cualquier ciudadano? ¿recibieron la notificación por parte del Ministerio de Salud para vacunarse? ¿hay un registro único o hay también un registro paralelo de vacunación? ¿algunos tienen «coronita»?
Es un momento muy delicado en lo social y en lo económico, hay demasiada desilusión y desesperanza como para intentar justificar o justificarse en un tema sumamente sensible como este… todos esperamos una vacuna, pero sabemos que existe un esquema de vacunación y hay prioridades que deben respetarse.