por Fabián Retamar
El pasado miércoles 14 de julio vencía el plazo para la presentación de las alianzas que se presentarían a participar de las próximas elecciones legislativas. Como es habitual en los límites de fechas del cronograma electoral, hay corridas, idas, venidas, apuros y cambios de último momento, o cambios que pocos conocen y mantienen en reserva.
Tal vez sea este el caso del cambio de denominación que realiza el Frente Progresista, Cívico y Social (FPCyS) que a partir de ahora será Frente Amplio Progresista (FAP). Algunos analistas preveían lo que finalmente sucedió, y es que se suma Rubén Giustiniani (Igualdad) al espacio político al que alguna vez perteneció.
La disputa electoral es por tres bancas en el Senado de la Nación y nueve en la Cámara baja. Los memoriosos recordarán que el nombre “Frente Amplio Progresista” (FAP), fue utilizado en las presidenciales de 2011 por la coalición que llevó a Hermes Binner como candidato a presidente.
Los partidos que conforman el FAP como alianza nacional para las próximas elecciones son: el Partido Socialista, el PDP, Pares, Libres del Sur, SI, Creo, Gen, Radicales Libres e Igualdad. El socialismo promueve la candidatura a Senadora de Clara García, pero los espacios de Creo y Radicales Libres impulsan a Rubén Giustiniani para hacerse de la banca.
Va a ser un escenario electoral complejo, donde pujan dos modelos antagónicos que anticipan una polarización entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio, pero ésta es una apuesta que va más allá de esta elección; aquí se posicionarán algunos de los nombres que podrían encabezar la disputa por la gobernación de Sante Fe en 2023.