Tras ser aprehendido en la provincia de Misiones, cerca de la frontera con Paraguay, Gregorio Ramón Britez -acusado del femicidio de Nora Escobar- deberá pasar al menos dos años tras las rejas a la espera del juicio por el femicidio del cual fue imputado. La misma suerte corre Antonio Alberto Lipari, acusado de encubrimiento agravado y de haber ayudado a Britez en su escape.
Britez, de 52 años , fue imputado por la fiscal Marisol Fabbro por el homicidio doblemente calificado por el vínculo y femicidio en contexto de violencia contra la mujer. Según la acusación, el viernes 22 de abril en el domicilio de calle Liniers al 1700 del barrio Martín Fierro en Granadero Baigorria, Gregorio Ramón Britez asesinó a Nora Escobar de 17 puñaladas de las cuales entre 5 y 6 de ellas produjeron lesiones cardiopulmonares que provocaron la muerte de la mujer.
Por su parte, Ariel Antonio Lipari, fue sindicado como colaborador de Britez tras perpetrar el delito. La fiscalía logró comprobar que Lipari “concurrió en repetidas ocasiones al domicilio del imputado los días posteriores al suceso, a fin de prestar colaboración en la confección de la fosa y en la limpieza de la vivienda” para ocultar, alterar y hacer desaparecer los rastros, pruebas e instrumentos del delito.
Además la fiscalía sostiete que Lipari ayudó a Britez con dinero en efectivo para que el femicida emprenda la fuga hacia Paraguay. Antes de la audiencia imputativa, la fiscal Marisol Fabbro, confirmó que Lipari es amigo de Britez de “toda la vida” y “es investigado por facilitarle la fuga”, aunque aparentemente no habría sido partícipe del asesinato de Nora.
