Ya pasaron casi 40 años desde la tarde de aquel 8 de diciembre de 1980 en la que John Lennon y Yoko Ono salieron del edificio Dakota rumbo a una sesión de grabación en Record Plant Studios.
Mientras caminaban hacia su limusina, un joven llamado Mark David Chapman, se acercó, le dio la mano a Lennon, y le pidió que autografiara una copia del último su último album, Double Fantasy.
Al caer la noche, cuando John y Yoko volvían a su departamento, bajaron de la limusina y caminaron hacia el edificio pasando frente al joven que había pedido el autógrafo. Unos metros más adelante, Lennon recibía cuatro de los cinco disparos efectuados por Mark David Chapman.
Lennon fue trasladado inmediatamente al Hospital Roosevelt donde se lo declaró muerto al ingresar. Su asesino, lejos de huir, quedó en la escena del crimen hasta que fue arrestado por la policía.
Chapman fue condenado por el crimen en agosto de 1981, a una pena de veinte años a cadena perpetua. Los veinte años se cumplieron en el año 2000, pese a ello permanece en su celda del Correccional de Attica, puesto que le ha sido denegada la libertad condicional en once ocasiones.
Actualmente Chapman, de 65 años, afirma que ya dejó de ser el joven problemático que disparó a uno de los músicos más famosos del mundo. también aseguró que buscaba la gloria y que merecía la pena de muerte por su “despiadado” acto.
“Lo asesiné… porque él era muy, muy, muy famoso y esa es la única razón y yo buscaba en gran, gran, gran medida la gloria para mí. Muy egoísta”, dijo Chapman, según una transcripción publicada el lunes por el estado tras una solicitud de libertad condicional que fue rechazada.
Chapman dijo que todo el tiempo piensa en el dolor que le ocasionó a la esposa de Lennon y pidió disculpas por eso. Ahora, tras la negativa de 2020, volverá a ser elegible para la libertad condicional en agosto de 2022.
