por Fabián Retamar
Una de las esquinas más emblemáticas de Rosario, la de Sarmiento y Córdoba, volvió a ser noticia en el día de ayer, cuando se supo que Falabella cierra definitivamente sus puertas en un plazo no mayor a 60 días. En diciembre pasado la firma Borsalino, en la misma esquina pero en un edificio frente al de Falabella, anunciaba también su cierre definitivo.
En ese imponente edificio, los hermanos García habían inaugurado la famosa Tienda La Favorita en 1897, que expandieron luego en 1929, teniendo una maravillosa época de esplendor por ser comparable a las grandes tiendas de las capitales europeas.
Luego, los vaivenes de la economía argentina, y las transformaciones que trajeron los 90 en todo el mundo, dieron paso a que Falabella, de capitales chilenos, iniciara un proceso de internacionalización, y se instalara en esa tradicional esquina rosarina.
En julio de 2003, Falabella anunció que se fusionaría comercialmente con la cadena Sodimac, expandiendo la comercialización a nuevos artículos como Materiales de construcción, Ferretería y mejoramiento del hogar. Pero hoy, el grupo chileno -propiedad de la familia Solari- decidió cerrar sus locales de Florida, Unicenter y Rosario para retirarse del país. Según trascendió Falabella ofrecerán un retiro voluntario a sus 500 empleados, de los cuales aproximadamente 150 corresponden a la ciudad de Rosario.
Existe gran preocupación por la pérdida de puestos de trabajo en la ciudad, pero además, porque sumado al cierre de hace algunos meses de la firma Borsalino, se prevé una baja significativa en el ritmo de movimiento del centro rosarino.
El intendente Javkin quería lanzar un plan para jerarquizar la zona céntrica, pero esta noticia lo enfrenta a un desafío de difícil solución, ya que en el contexto actual, no será fácil encontrar interesados en apostar por comprar o alquilar la emblemática esquina que aún es propiedad de los herederos de García hermanos.
Para tener una idea de la situación, en diciembre de 2020, cuando Borsalino decidió cerrar sus puertas del local -mucho más chico- ubicado también en Córdoba y Sarmiento, frente al de Falabella, pagaba mensualmente unos 700.000 pesos en concepto de alquiler.
