¿Quiénes son los antipolítica?

¿Quiénes son los antipolítica?

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por Marcelo Sicoff

Criticar a un funcionario o a un candidato es legítimo en democracia; que la sociedad sea capaz de cuestionar, desconfiar y consultar solo es posible en una democracia. Cuestionar no es negativo, todo lo contrario, es uno de los grandes avances de la democracia.

El cuestionamiento a los funcionarios y políticos es válido y necesario. Comprender nuestro rol político como ciudadanas y ciudadanos significa dejar de limitarlo solamente a la emisión de un voto. Levantar proyectos colectivos, participar en organizaciones barriales y hacer trabajo territorial, posibilita que los ciudadanos nos apropiemos de la política.

Si desde las instituciones no se atienden las necesidades de los vecinos, si esas instituciones no escuchan, no construyen y no desarrollan políticas públicas para generar espacios de participación social e intentar lograr que los ciudadanos se involucren activa y democráticamente, esas instituciones ¿generan política?. Bloqueando cualquier tipo de participación ciudadana ¿se genera política?

Si los funcionarios caminaran las calles y hablaran sinceramente con los vecinos, van a entender que la mayoría de los ciudadanos ven a “los políticos”, como al sector favorecido de un sistema injusto. Los funcionarios sobre todo, son visto como unos conchabados por el estado que no solamente no le resuelven sus inconvenientes, y encima les cuestan muchísimo dinero.

Algo muy poco habitual en nuestra ciudad es la confrontación de ideas, la discusión de proyectos, el acceso a la información pública y la defensa de lo público. Hay muchas personas que destinan su tiempo y su esfuerzo para construir colectivamente una sociedad más inclusiva.

Hay que seguir apostando a la política. Por eso serán bien recibidas señales que nos indiquen que todos estamos en el mismo barco. Avanzar y promover el acceso a la información pública será una señal de que los funcionarios del ejecutivo y legislativo local tienen una real vocación por la política y por lo público.

Nosotros, los ciudadanos, debemos asumir nuestro rol participando activamente, cuestionando, criticando y proponiendo. También votando a candidatos que garanticen honestidad y eficiencia. No debemos caer en la trampa de esta nueva grieta que solo contribuye a esconder a los mentirosos e ineficientes de siempre.

Demos el ejemplo.


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