por Fabián Retamar
El presidente de la Federación Rusa Vladimir Putín analiza enviar una misión a la Argentina, para estudiar el caso de Alberto Fernández que se contagió de Coronavirus luego de haberse aplicado la segunda dosis de la Sputnik V en Febrero pasado.
El reciente llamado de Putín no fue casual ni tenía como única intención conocer el estado del mandatario Argentino tras conocerse su contagio de Coronavirus. En el gobierno ruso hay gran preocupación porque esta noticia -que tuvo repercusión mundial- podría afectar la credibilidad sobre la vacuna rusa.
Hay quienes afirman que que la Ministra de Salud, Carla Vizzotti, habría recibido un llamado de sus pares en Rusia transmitiendo la intensión de Moscú de enviar una misión para analizar el caso del presidente Argentino.
Algunas horas después de hacerse público y confirmarse el contagio de Alberto Fernández, el Centro de Investigación Ruso Gamaleya -que desarrolló la Sputnik V- comunicó a través de su director, Alexandr Guintsburg que “la vacunación no excluye la infección”. Además agregó que “El 8% de los vacunados están en riesgo, pero excluye las consecuencias graves”
Pero la mayor desconfianza proviene del científico argentino radicado en Francia, el infectólogo Pablo Goldschmidt, que plantea una duda en referencia a la versión difundida por el gobierno nacional sobre el contagio de Fernéndez ya que “Si la vacuna funcionó correctamente es muy difícil que el presidente tenga una carga viral tan alta como para que sea positivo en un test de antígenos”.
Goldschmidt hizo esas declaraciones en el programa “Encendidos en la tarde” que se emite por Radio Mitre y agregó: “Si tuvo 37.3 y es presidente de la Nación, y tuvo las 2 vacunas, y le da PCR positiva, yo lo primero que haría es volver a hacer la extracción del ARN y hacerlo todo de nuevo, porque o se equivocó el laboratorio o el kit no era de calidad”
En este contexto donde aparece la preocupación por el tránsito de la segunda ola y las nuevas cepas, donde el gobierno intenta un punto de equilibrio que proteja a la población sin descuidar la economía, las dudas y cuestionamientos no parecen contribuir a obtener buenos resultados.
