por Fabián Retamar
Hace pocos días se conoció la noticia de que por pedido de Sergio Massa, la titular del Banco Nación, Silvina Batakis, echó a la gerente general de la entidad financiera, María del Carmen Barros. Algunas cosas que ocurren en este país, parecen salidos de un cuento de ficción, pero son tan absolutamente reales como increibles.
La ejecutiva del Bando Nación, María del Carmen Barros, que cobraba un escandaloso sueldo de 9 millones de pesos mensuales, había designado en el cargo de Gerente de Sistemas del BNA a Héctor Javier Silva, exmarido de Batakis, y a su propio hijo, Juan Pablo Pedemonte, al frente de una gerencia en la casa matriz del banco.
Pero por si esto fuera poco, Barros contrató a un coaching de Verónica Laura Asad, conocida como “Pitty, la numeróloga”, por $1.800.000. La numerologa Pitty, afirma que se dedica a “establecer relaciones ocultas entre números, seres vivos y fuerzas físicas o espirituales” y al ser consultada sobre su contratación en el Banco Nación sostuvo que fue para brindar esos servicios.
La responsable de la contratación de Pitty, fue removida de su puesto en la entidad después de una reunión que mantuvo Batakis con el ministro de Economía y candidato a presidente Sergio Massa. La numeróloga percibió 1,8 millones de pesos en un lapso de seis meses por brindar sus servicios.
