por Fabián Retamar
Según lo previsto, mañana -viernes- el ministro de Seguridad de la provincia, Marcelo Sain, debería presentarse en la Cámara de Diputados para responder preguntas de los legisladores en referencia a la escalada de violencia en Rosario y Santa Fe.
Sain impone tres condiciones para asistir; en primer lugar que la reunión sea en el recinto, que haya registro taquigráfico y que sea abierto a la prensa y se transmita por streaming. Algunos dirigentes del oficialismo aseguran que de no cumplirse algunas de estas condiciones, el Ministro no asistirá.
De hehco hay dos posiciones bien marcadas. La del oficialismo que plantea terminar con el secretismo y dejar de hablar de seguridad a espaldas de la sociedad; y la de la oposición que -por el contrario- plantea una reunión totalmente reservada. En defensa de esta posición el titular de la comisión de Seguridad de la Cámara Baja, Juan Cruz Cándido dijo a modo de ejemplo: “Es como si pido que transmitan en vivo y en directo las órdenes que se le dan a la policía”.
La tensión generada entre la legislatura y el Sain comenzó desde su asunción en el cargo, entre otras cosas, por las declaraciones sobre que “había criminales que tenían protección de la propia policía y del Estado” y las acusaciones a Lifschitz y Traferri de tener un “pacto espurio” para frenar la “estrategia de lucha contra las mafias”.
En referencia a Sain, el Jefe del bloque Justicialista en Diputados, Leandro Busatto, dijo: “Es un tipo verborrágico y de perfil alto, se puede compartir un 100 por ciento o en nada lo que dice, pero está claro que las declaraciones de Sain no son ni el origen de los problemas ni el comienzo de la solución. No hay que banalizar el problema, venimos de 11 años nefastos en materia de resultados”.
Desde la oposición, Juan Cruz Cándido, asegura que Sain “busca provocar para que se discutan sus dichos y no sus inmensos problemas para gestionar el ministerio”.
Habrá que esperar unas horas para saber si los diputados aceptan las condiciones impuestas por el Ministro de Seguridad para asistir a la convocatoria, y la reacción de éste en el caso de que sus condiciones no se cumplan.
