por Fabián Retamar
Pablo Grillo, el fotoperiodista que recibió el impacto de una granada de gas lacrimógeno en la cabeza durante la marcha de los jubilados del pasado miércoles 12 de marzo, abrió los ojos y saludó a su padre con un alentador “¡hola viejo!’. De todos modos los médicos son cautos y aseguran que su estado es delicado.
El padre del fotógrafo, Fabián Grillo, contó en una entrevista con C5N: “Yo le estaba hablando como si fuera un nene, entonces me saludó y me apretó la mano (…) fue fantástico”. Y agregó, visiblemente emocionado, «me dijo: Hola Viejo”.
De todas maneras, y a pesar de esta noticia alentadora, el paciente continúa internado en la sala de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía desde hace ocho días y los médicos afirman que la situación sigue siendo grave, dado que podría haber alguna reversión.
Por el momento Pablo sigue sin respirador, aunque no se descarta que alguna vez lo necesite, pero la evolución es asombrosa y por ahora está estable.
