por Marcelo Sicoff
Nos dijeron que era una guerra, no era una guerra, pero por las dudas ellos huyeron. Desaparecieron. Se trataba (y se trata) de una pandemia. Una pandemia mundial como les gusta decir a ellos. No estuvieron, ni están a la altura de la crisis, por eso hacen lo que pueden, como pueden, improvisando. Cuando aparecen hablan del mundo para exculparse. Cuando los vemos sabemos que tenemos motivos para inculparlos.
Llegaron tarde con el Comité de Crisis. El Concejo sesionó a escondidas. El intendente aparece poco. La oposición que no tiene rol legislativo sólo piensa en ser el patio rosarino. Sabemos muy poco de lo que hicieron, de lo que hacen y de lo que harán.
Mientras tanto el mundo espera que la caída de la economía no sea sólo un problema para algunos pocos, sino que será un problema vital para muchos. En nuestra ciudad, el estado ausente fue reemplazado por “una explosión de solidaridad”. Una romántica manera de ver, de contar, de relatar que los funcionarios desaparecieron de los barrios y que los propios vecinos tuvieron que organizarse y proteger a los más necesitados.
En la localidad de Rosario los números impactan: en la última reunión del Consejo de Gestión de Riesgo, la Municipalidad de Rosario informó que se entregaron 145 mil kilos de alimentos entre el 27 de junio y el 3 de julio. Las cajas fueron distribuidas por las 160 organizaciones que trabajan en los barrios más carenciados. En conjunto con el gobierno provincial, también se entregaron 3.600 bolsones en la zona oeste de la ciudad. También el municipio rosarino continuó con el trabajo de asistencia a personas en situación de calle.
¿Qué pasó y que pasa en nuestra ciudad? No lo sabemos. Vemos a algunos concejales realizar donaciones a ollas populares y comedores populares. Lo hacen a título personal. Una clara muestra que no entienden cuál es su rol.
¿Qué hace promoción social? No lo sabemos. ¿Qué hace el Comité de Crisis? No lo sabemos. Todas las semanas el Consejo de Gestión de Riesgos de la Municipalidad de Rosario se reúne para evaluar la situación social, sanitaria, la movilidad y la actividad del servicio público, en el marco de la pandemia. Nosotros sólo tenemos una foto vieja, amarilla por el paso del tiempo. Una foto que nos pone rojos de vergüenza. ¿Se realizó un protocolo para las organizaciones que ayudan a los más desprotegidos? No lo sabemos.
Este cronista les propone a los funcionarios del gobierno municipal que informen si han recibido dinero del Estado Nacional o del Estado Provincial. Y si es así en que lo gastaron.
Les propongo que nos digan que acciones está llevando a cabo Promoción Social. A quienes ayuda y cuál es el criterio que utilizan. Muchas ollas y comedores populares dicen que por distintos motivos algunos reciben ayuda y otros no.
Le propongo al Comité de Crisis que se reúna e informe lo que hace. Y que le ponga números a su gestión. Y si no funciona más, les propongo que también lo informen.
Quizás estemos aprendiendo, en estos días, que tenemos dirigentes locales que están alejados de nosotros. Que cuando nos hablan nos hablan de pavadas porque no tienen nada que decir. Que huyen cuando las papas queman y sólo aparecen cuando hay un fotógrafo cerca.
No vale la pena recordar que ya lo sabíamos. Lamentablemente la realidad nos hace saber que no estábamos equivocados.