Otro acusado por el crimen de un estudiante de nutrición en Baigorria

Otro acusado por el crimen de un estudiante de nutrición en Baigorria

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Nicolás Gabriel L. fue acusado de ser uno de los homicidas de Facundo Contreras la noche del 26 de diciembre pasado cuando lo balearon desde un auto.

La noche del sábado 26 de diciembre de 2020 Facundo Contreras compartía una cervezas junto a un grupo de amigos en la denominada bajada Formosa, en la ribera del río Paraná de la ciudad de Granadero Baigorria. El muchacho, un estudiante de nutrición de 25 años que vivía con su familia a solo tres cuadras del lugar, había regresado de Brasil días antes para pasar las fiestas con sus seres queridos. Pero cuando todo era charla, música y risas, al lugar llegó un auto en el que iban al menos tres hombres y desde el interior del mismo una lluvia de balazos cayó sobre el grupo de amigos. Uno de los proyectiles alcanzó a Facundo en el tórax provocándole una hemorragia masiva que le quitó la vida. El crimen fue el detonante de varias marchas de vecinos que conocían a la víctima desde chico y que no solo reclamaron el esclarecimiento de lo ocurrido sino también más seguridad en esa zona ribereña de Baigorria.

La investigación llevada adelante por el fiscal Alejandro Ferlazzo dejó en claro que el ataque no estaba dirigido a Facundo. Incluso, a partir de varios testimonios, se supo que los agresores buscaban al hijo de un vendedor de drogas de la zona o a un amigo de éste. “Lo mató de onda porque no le tenía bronca ni le habían pagado para matarlo”, dijo un testigo reservado. Y la pesquisa apuntó a un Renault Clio gris que describieron los amigos del muchacho muerto. Ese dato condujo a detener en marzo pasado a uno de los autores del crimen, identificado como Gastón Ezequiel “Guachín” M., quien fue imputado como autor de un homicidio agravado y la portación ilegal de un arma y la jueza María Trinidad Chiabrera le dictó la prisión preventiva por el plazo de ley.

En tanto, esta semana fue apresado por el hecho Nicolás Gabriel L., quien ayer fue imputado por el fiscal Ferlazzo por los delitos de homicidio agravado por uso de arma de fuego en calidad de coautor y amenazas coactivas calificadas (anónimas) en cinco hechos, y amenazas calificadas todas en concurso real entre sí en carácter de autor.

Según el fiscal, tras el homicidio de Contreras, el joven ahora acusado realizó varias amenazas a gente vinculada a la investigación del hecho y a allegados a la víctima. En ese sentido, el representante del Ministerio Público de la Acusación dijo que el 11 de mayo entre las 21.50 y las 22.10 realizó varias llamadas telefónicas a esas personas “con el fin de que los mismos no contribuyan al avance de la pesquisa”. Y ante las pruebas presentadas el juez Gonzalo López Quintana le dictó la prisión preventiva por el plazo de ley. Así las cosas, aún queda identificar quien era el tercer hombre que iba en el Renault Clio desde el cual le dispararon a matar a Facundo y sus amigos.

Noche trágica
Facundo Contreras se había reunido con amigos en la bajada al río de calle Formosa, en Granadero Baigorria. Allí había cinco autos en fila, con la música alta, mientras los muchachos charlaban. Entonces apareció un Renault Clio gris desde el que comenzaron a disparar sin que mediara razón alguna. Algunos chicos corrieron, otros se tiraron al piso o a la barranca. Facundo recibió un tiro en el pecho y murió. La investigación sobre un auto igual al que vieron los testigos condujo a la detención del primer acusado.

“Escuché un disparo pero pensé que era un cohete. Después escuché alrededor de diez disparos más y vi que todos se empezaron a tirar al piso y a correr para todos lados”, dijo uno de los jóvenes que se animó a perseguir el auto de los atacantes. Lo describió como un Renault Clio con portaequipaje y vidrios polarizados. Lo siguió hasta Formosa y la avenida San Martín, donde el Clio dobló hacia Capitán Bermúdez y lo perdió de vista. Alcanzó a advertir que tenía una patente antigua pero no distinguió letras ni números.

Pero a partir de esos datos efectivos de la Tropa de Operaciones Especiales realizaron un par de allanamientos en dos viviendas de Quito entre Montevideo y La Paz de la ciudad de Baigorria. El posible trasfondo narco, ajeno a la víctima, pareció asomar en el hallazgo de una planta de marihuana y una balanza en la casa del detenido, por lo que se dio aviso a la Justicia federal.

También a partir de comentarios en redes sociales la investigación dio con el dato de que el autor de los disparos se llamaría Gastón, “que sería de la banda del «Fino» y del barrio Salsi” (Salsipuedes), con detalles de su perfil de Facebook. Otro comentario recurrente fue que los atacantes buscaban al “hijo de un narco de nombre de Daniel”, también consignado como “un traficante de Baigorria”, o bien a un joven que estaba en el grupo de amigos y “vendería droga”.

El 13 de enero pasado el jefe del Comando Radioeléctrico de Baigorria recibió el dato de que en el barrio Nuestra Señora de la Paz de esa ciudad circulaba un Renault Clio gris con la luneta astillada. El vehículo fue ubicado ese día y se constató que tenía siete orificios de bala en el cristal trasero, el parabrisas delantero y las puertas. El conductor, un amigo del primer imputado por el crimen, fue interrogado y se supo que en un episodio posterior el auto “fue baleado por tres masculinos a bordo de un Audi en la autopista Rosario-Santa Fe”.

En el gabinete de la puerta derecha los pesquisas hallaron una vaina calibre 9 milímetros con la inscripción FLB 2017 y en el asiento trasero, detrás del conductor, otra con el detalle FLB 2015. La pericia balística arrojó que esas dos vainas halladas en el auto y la que fue recuperada en la escena del crimen de Facundo habían sido disparadas por la misma pistola.

A la pesquisa se sumó como evidencia la declaración de un testigo de identidad reservada que dijo que aquella trágica noche de diciembre pasado vio que se acercaba caminando “Guachín”, que lo notó agitado y asustado. “Ahora vengo, me mandé una cagada”, le dijo. Y, según el testigo, entró a su casa de Baigorria a cambiarse de ropa. Luego le confió que “le había dado un tiro a un chico en la bajada Formosa. Se asustó porque el chico se paró, se tocó, él pensó que le iba a disparar y por eso le disparó primero”.

Según ese testimonio, “Guachín” nunca aclaró qué estaba haciendo en la bajada Formosa, “sólo contó que lo mató «de onda» porque no le tenía bronca ni le habían pagado para matarlo”. El testigo añadió que el acusado siempre andaba armado custodiando un domicilio y que más adelante le dijo: “Fijate, fijate que salió en el informativo. Maté a un tal Facundo Contreras”.

Fuente: La Capital


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