Leonardo Peiti, el empresario conocido como el “zar” del juego clandestino de Rosario, pidió ser “arrepentido” en la causa donde se lo acusa de ser el jefe de una asociación ilícita dedicada al juego ilegal.
Según el acuerdo que habría ofrecido la fiscalía, Peiti recibiría como beneficio la unificación de las causas, la reducción de su condena a tres años de prisión y el pago de una multa de 530 mil dólares.
El pasado lunes 13 de septiembre Peiti declaró ante la jueza Eleonora Verón y cuatro fiscales, ampliando su testimonio contra el senador Armando Traferri. Esto no trascendió hasta ayer miércoles 22 de setiembre, cuando se supo que el “zar” del juego clandestino afirmó que pagó sobornos a Traferri y a otro senador de la UCR.
Peiti habló de pagos de 250 mil dólares, lo cual coincide con el testimonio brindado hace algunas semanas por la esposa del ya fallecido David Perona, otro capo del juego, quien habría aportado nueve millones de pesos para la campaña electoral de Traferri.
Si el acuerdo se aprueba Peiti lograría que se unifique la pena, para llegar a una condena única acordada. La Fiscalía, también espera lograr este acuerdo para ratificar judicialmente un testimonio clave que serviría para develar el funcionamiento de una de las asociaciones ilícitas más corruptas en la historia de la provincia de Santa Fe.
Los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery continúan afirmando que poseen pruebas contundentes que certifican los vínculos entre Peiti y el senador Traferri, en una red dedicada a la explotación del juego ilegal y al lavado de activos.
Si esto avanza y el acuerdo es homologado por un magistrado asignado por la Oficina de Gestión Judicial, se podría llegar al desafuero de Traferri, que por el momento y a pesar de la crisis institucional en la política santafesina, sigue aguantando.
