¿Toda la culpa es de la sociedad?

¿Toda la culpa es de la sociedad?

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por Fabián Retamar

La suba de contagios de Covid 19 en medio de la segunda ola, con la circulación confirmada de las nuevas cepas en la provincia, encendió todas las alarmas y puso en evidencia que todo el fortalecimiento del sistema de salud realizado desde el comienzo de la pandemia, resultó insuficiente.

Quizá por eso, y tal vez con justa razón, la Ministra de Salud de Santa Fe, manifestó su enojo por la falta de compromiso social en los cuidados requeridos frente a la pandemia, principalmente por parte de los más jóvenes, remarcando que “Estamos al limite en el sistema sanitario, estamos al límite del recurso humano. Mientras tenemos colegas de 30 años haciendo tres guardias por semana, hay gente de la misma edad que está pidiendo tomar cerveza o juntarse, que me parece bien pero hay que tener empatía y respeto: estamos en una emergencia sanitaria”.

Sin embargo, la ministra no pudo dejar de hacer referencia a un hecho que involucró a un alto funcionario de la provincia que se desempeñaba en el Ministerio de la Producción de la provincia. Se trata de Lucas Candioti, subsecretario de Comercio Exterior y Nuevas Tecnologías de esa cartera que quedó filmado bailando alocadamente en una fiesta.

El funcionario asistió al cumpleaños de un empresario inmobiliario que festejó el acontecimiento en el comedor Ágora Campo Restó, emplazado en el Country Club Aires del Llano en la ciudad de Santo Tomé. De hecho se puede apreciar en el video que se difundió, que además de bailar -lo cual se prohíbe por decreto- los invitados no respetaron el distanciamiento social, ya que aparecen abrazados, y de hecho, ninguno usa barbijo.

La foto de la entrada, muestra al funcionario provincial luciendo una remera marrón, lentes oscuros, obviamente sin barbijo y bailando alegremente.

El lunes 26 de abril, tras conocerse el hecho, el funcionario presentó la renuncia. Pero lejos de aceptársela inmediatamente, el gobierno provincial había propuesto, como “sanción ejemplificadora”, que siga en funciones y done la mitad de su sueldo a un hospital de Santa Fe y, además, durante tres meses trabaje de manera voluntaria junto a un centro de salud u ONG en la lucha contra el Covid. Por suerte, primó la sensatez y la coherencia y dejaron de lado esta opción ridícula y le aceptaron la renuncia… quien sabe como hubiera reaccionado la sociedad si seguía en funciones. 

Quizás -en medio de la pandemia- haya un error de comunicación de parte de la dirigencia política, que por lo general intenta cargar las tintas únicamente sobre la sociedad sin darse cuenta que no todas las personas actúan de forma irresponsable… utilizando el mismo criterio se podría decir que no toda la clase política actúa mal, pero cada tanto se detecta algún que otro funcionario imprudente, inconciente e irresponsable, que no piensa en el daño que puede causar a los demás…


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