por Fabián Retamar
El amigo de la vida de Mauricio Macri y socio en los negocios del ex presidente, Nicolás «Nicky» Caputo, compró una lancha marca Pursuit de 8,33 metros de eslora, a 238.313 dólares, con un dólar financiado por el Estado que en la práctica le redujo el costo de la embarcación a menos de la mitad.
El Gobierno nacional habría autorizado el ingreso de esta lancha, que viene preparada para la pesca deportiva, como un bien industrial a través del SIMI (Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones). El trámite fue aprobado en febrero y la semana pasada la embarcación llegó al puerto de Campana.
La Aduana, la colocó en lo que se denomina «canal rojo», que es donde van las operaciones sospechosas. Pero no había nada fuera de lugar, todo era legal. Algunos medios indicaron que Ariel Schale, Secretario de Industria, fue quien autorizó a Caputo a traer el país una lancha de lujo pasándola como bien industrial a dólar oficial.
Pero Schale asegura que «Las importaciones de yates se encuentran bajo el régimen de licencias automáticas (LA) y no requieren de ninguna intervención del Secretario de Industria ni de la Secretaria de Industria en ninguna área».
Aquí es todo muy extraño… mientras la inflación se come el poder adquisitivo de los salarios; y donde se cierran importaciones de productos esenciales para la producción, el gobierno permite que parte de las reservas que le faltan al país, se escapen por un sistema que privilegia a los más ricos… ¿será que no dieron cuenta aún?
