Los amantes del boxeo lo recuerdan por la tremenda derecha que tenía y que hizo que ganara el mote de “Martillo”. Tan fuerte era esa derecha que los rivales caían derrotados por nocaut uno tras otro sin lograr resistir el martirio que significaba tener que soportar aquella mano.
Juan Domingo “Martillo” Roldán fue campeón Argentino y Sudamericano, pero no logró alcanzar el campeonato mundial. Lo intentó tres veces y en las tres perdió. Le tocó enfrentar a los más grandes de su época, considerados hoy los más grandes de todos los tiempos en su peso.
De la mano de Juan Carlos “Tito” Lectoure, en aquellas inolvidables veladas de los ’80, Roldán se enfrentó a Marvin Hagler, a quién derribó en el primer asalto. Fue la única vez, en toda su carrera boxística, que Hagler “besó” la lona. Pero Hagler, uno de los más grandes campeones de los medianos, dio vuelta la pelea ganándola por nocaut técnico en el décimo round.
Tuvo su segunda oportunidad ante otro enorme boxeador como Thomas Hearns, que lo venció con un terrible nocaut, en el cuarto asalto. Y finalmente, su última oportunidad, fue ante otro gran campeón mundial, Michael Nunn, que lo noqueó en el octavo asalto.
Pero Roldán fue un enorme y digno rival para todos ellos, un hombre que pudo haber logrado el título por su gran desempeño, por su entrega y su pasión arriba del ring. Pero como suele suceder a veces, eso no alcanzó.
Ya lejos de aquellos días, el ex boxeador -que había subido mucho de peso- fue diagnosticado como positivo de Coronavirus e internado en terapia intensiva en el hospital José Bernardo Iturraspe de San Francisco, Córdoba. El estado Roldán se había agravado por las complicaciones derivadas de la enfermedad y entró en un coma del cual ya no pudo salir. Juan Domingo “Martillo” Roldán, falleció el miércoles 18 de noviembre, a los 63 años de edad.
