Falsos y mentirosos

Falsos y mentirosos

Compartí esta nota

por Marcelo Sicoff

Los perfiles falsos tienen como principal objetivo vaciar de contenido el terreno discursivo desviando el foco de atención del tema del que se discute. Participa de un un tema que se está discutiendo con el fin de ensuciar la conversación, desvirtuarla y atacar, intimidar y amedrentar al opositor para intentar que este se llame a silencio o simplemente para que no se hable más de un tema.

Es una manera de decir «si hablás de determinado tema te vamos a volver loco», es decir que hostigan como una estrategia de fomentar la autocensura. En segundo lugar, los perfiles falsos intentan instalar un tema propio con la esperanza de que más personas se sumen orgánicamente y darle volumen y tráfico a su tema. Por estas razones, los perfiles falsos son el vehículo ideal para motorizar noticias falsas o hablar mal de una persona.

Muchos pueden creer que estos perfiles son solo bromistas pero hay muchas veces, que pertenecen a un sector específico y trabajan para generar un efecto en la opinión pública. Estos perfiles muchas veces son parte de campañas ordenadas y junto con personas que manejan múltiples cuentas se dedican apoyar o atacar a ciertas personas. Nuestra ciudad no es ajena a esta realidad. Sin profesionalismo y de manera muy artesanal, los perfiles falsos inundan Facebook.

El targuet local es muy específico. Muchas veces simplemente dicen cualquier cosa de su víctima y sólo aspiran a que el público les crea. No son sofisticados y son fáciles de detectar

Por lo general utilizan varias cuentas para que parezca que no es una sola voz la que opina mal de alguien, sino que buscan el efecto de Opinión Pública. Además de enlistarse en una tendencia global, nuestra ciudad tiene la característica que gran parte de la ciudadanía tiene miedo de expresarse libremente.

No es la única muestra de que la organización social de nuestra comunidad está dañada. Hay comunicadores que contribuyen con mentiras a dañar aún más la frágil participación colectiva.
Sería bueno encontrar una manera de disfrutar del derecho a expresarnos libremente con nombre y apellido. A decir con respeto lo que verdaderamente pensamos, disentir con el otro y a partir de allí empezar a construir una sociedad más robusta.

Los especialistas recomiendan no responderle, no seguirle el juego ni su estela destructiva. Tampoco leerlos, mirarlos o escucharlos si difunden mentiras. Hacerlo es contraproducente; supone caer en un pozo sin fondo.

Los perfiles falsos que formulan críticas a la gestión actual con información falsa, sólo logran debilitar la posibilidad de hacer críticas sanas y constructivas. También, quienes desde perfiles falsos desacreditan toda crítica a la gestión, solamente generan desánimo en quienes tienen necesidad de expresarse y ser escuchados. El resultado es una confusión en la que perdemos la capacidad de escucharnos y buscar acuerdos maduros.


Compartí esta nota

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *