Alumnos santafesinos crearon repelentes naturales para combatir a los mosquitos

Alumnos santafesinos crearon repelentes naturales para combatir a los mosquitos

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Son estudiantes de segundo año de la Escuela Estanislao López, en Las Petacas. El proyecto ganó un concurso y con el premio equiparon el laboratorio de la institución.


En medio del brote de dengue que afecta a Santa Fe, los alumnos de la Escuela Estanislao López crearon repelentes naturales para combatir a los mosquitos. La institución se encuentra ubicada en Las Petacas, una localidad ubicada al oeste de la provincia. Se trata de unas pastillas ecológicas con plantas aromáticas y cartón reciclado, que fueron creadas por los estudiantes de 14 años con el acompañamiento de su profesora. Las tabletas fueron producidas en el laboratorio de Ciencias Naturales de la institución y son distribuidas a toda la comunidad sin costo alguno.

Anteriormente, la misma escuela fue noticia por haber desarrollado lápices aromáticos para personas con disminución visual y mapas con relieve escritos en braille, entre otros grandes proyectos innovadores. En esta oportunidad, las tabletas fueron reconocidas en un concurso y los alumnos ganaron un premio por un millón de pesos, que se utilizó para mejorar el equipamiento del laboratorio del colegio y aumentar la producción del repelente.

La docente a cargo del proyecto, Mariana Echarri, habló con Cadena 3 y señaló que el proyecto surgió luego de haber analizado la situación epidemiológica de Las Petacas, a partir de una necesidad que detectaron, y empezaron a pensar cómo se podía repeler un mosquito de forma natural sin utilizar químicos y con algo que tuvieran a su alcance.

“En segundo año tengo tres horas de laboratorio los viernes y el proyecto lo trabajamos en la escuela. Salimos a la localidad a ver qué aromáticas teníamos disponibles. Mediante varias pruebas y errores, logramos obtener unas tabletas que realmente repelen los mosquitos”, indicó la profesora.

Mariana indicó que el proyecto tuvo gran interés y que fue presentado en un concurso sustentable. “Obtuvimos el premio de un millón de pesos, así que pudimos equiparnos con las cosas que nos hacían falta y empezamos a producir mucho más rápido para darle a la localidad tabletas gratuitas. Pusimos una urna para que la gente pueda colaborar con lo que quisiera”.

“La idea era empoderarlos y darles la confianza suficiente a los chicos para que sepan y puedan disfrutar de estos logros, si se tiene en cuenta lo que cuesta un microscopio. Que todo lo hayan logrado por mérito propio, para mí es importantísimo”, reflexionó la docente.

Antes de que el repelente se pusiera en circulación, fue necesario probar su efectividad y la prueba fue el mismo laboratorio de la escuela.

Debido a que siempre había un mosquito dando vueltas, los estudiantes probaron el producto terminado y observaron cómo el insecto volaba hacia el techo cuando las ventanas estaban cerradas o cómo buscaba salir al exterior cuando los chicos abrían una ventana.

Fuente: cadena3.com


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