José Yudica, había nacido en Rosario un 26 de febrero de 1936 y siendo un niño, dio sus primeros pasos en el fútbol jugando en Morning Star, hasta que llegó a Newell’s, donde debutó en la primera en 1954 donde pudo mostrar un talento que no pasó desapercibido, ya que cinco años después, en 1959, fue transferido a Boca Jr.
Luego, en 1962 pasó a Velez Sarfield, en 1964 a Estudiantes de la Plata, un año después a Platense y en 1967 a Quilmes. Un año después emigró a Colombia y jugó en el América de Cali, equipo con el que se consagró campeón en 1969.
Un año después regresó a la Argentina y tuvo un breve paso por clubes chicos hasta que se retiró en 1971 para comenzar sus primeros pasos como técnico de fútbol. Tuvo una destacada actuación con Altos Hornos Zapla de Jujuy en 1972 pero fue recién cinco años después -en 1977- cuando dirigió a Quilmes, con el cual obtuvo el Torneo Metropolitano 1978 (único título profesional en la historia del club).
En 1982 dirigió a San Lorenzo, que jugaba en la B y lo sacó campeón para devolverlo a la Primera A. En 1985 dirigió a Argentinos Juniors, club en el cual se consagraría ganador del Torneo Nacional 1985 que le daba el pase a la Libertadores que también obtendría. En 1986 dirigió a Vélez Sársfield. En 1987 arribó a Newell’s Old Boys, club en el cual se inició como futbolista, y obtuvo el Campeonato de Primera División 1987-1988. Alcanzó también la instancia final de la Copa Libertadores de 1988. Posteriormente dirigió al Deportivo Cali de Colombia y al Pachuca de México, obteniendo con este último el campeonato de Primera división ‘A’ mexicana de 1996.
Ya lejos del fútbol, Yudica estaba atravesando por un complicado cuadro de salud y falleció en las primeras horas de ayer, a los 85 años de edad. Se fue una leyenda del fútbol rosarino, una figura emblemática que hizo historia en varias instituciones, pero sobre todo en su amada Lepra. Hincha y campeón.