El recordado y reconocido periodista rosarino Evaristo Monti, falleció este domingo a la madrugada a los 95 años de edad. Con una extensa trayectoria en la radiofonía rosarina, se convirtió en uno de los conductores radiales con mayores niveles de audiencia de la región entre 1980 y 1993. Ese año fue tentado para ser candidato a concejal por el Justicialismo ganando una banca que ganaría y renovaría en 1997.
Monti comenzó en el periodismo deportivo pero con el tiempo fue ganando espacio en el ámbito político trabajando con Bernardo Neustadt en la entonces LT2 (hoy Radio 2). Por esa época se asoció a Raúl Granados, con quien creó la agencia publicitaria “Gramo” (Granados-Monti) y desde donde surgió “Ingredientes para el aperitivo” escrito por Evaristo y leídos por Raúl, que comenzaba diciendo “Estos son los ingredientes para el aperitivo, preparados por Evaristo Monti y servidos en la bandeja radiofónica por quien les habla, Raúl Granados”.
La sociedad terminó disolviéndose y Monti encaró su propio proyecto creando “Despacito Publicidad” con la que armaría “La Tarde”, su creación más recordada, que se emitía por LT8 desde las 4 de la tarde hasta las 8 de la noche y que sería el programa con el cual se consagraría entre otras cosas por romper con el formato tradicional de la época.
Por ejemplo prácticamente no pasar música. Muy rara vez le pedía al operador “poner un disco”… También comenzó a comentar noticias policiales, algo que por entonces no se estilaba ni en las emisoras locales ni en las de Buenos Aires. Y su mayor sello fueron los silencios, que llegaban a durar medio minuto, logrando así mayor atención de parte del oyente que a veces desconcertado, esperaba con ansias el comentario que seguía.
El programa “La Tarde” comenzó a sumar columnistas de porteños de gran renombre que salían en el programa con temas de gran resonancia. Mientras tanto, en el estudio Eduardo Conforti era su mano derecha y más tarde se fueron sumando Alberto Gonzalo, Bigote Acosta, María Herminia Grande y Alberto Furfari. Sus movileros eran Luis Botallo, Susana Tealdi y Daniel Leñini.
En 1993 el peronista Luis Rubeo (padre) lo tentó para presentarse a elecciones y se convirtió en Concejal de Rosario, renovando su banca en 1997. Este ingreso a la política sería también el principio del fin de su relación con la radio. Los hermanos Gluck, al frente de LT3, romperieron su relación contractual con Evaristo Monti quien dejó la radio abierta de Rosario en 1994. Un año más tarde comenzó un programa en Radio Victoria de Entre Ríos, que tenía una planta de transmisión en Rosario.
Más adelante, en el 2000, volvió a LT8 pero ya nada era igual. El intento duró muy poco. Querido u odiado, admirado o aborrecido, Monti supo ganarse un lugar indiscutible en la radiofonía de la región logrando con sus innovaciones transgredir el formato tradicional de la radio y posicionarse como el número uno de la audiencia radial en la región.
