Tobi es el nombre de un golden retriever de 9 años que vive en la ciudad de La Plata, Buenos Aires, junto a su dueña; al menos así fue hasta el pasado sábado 30 de marzo, cuando una denuncia recayó sobre esta señora por querer faenar a su mascota. Al parecer la mujer llegó hasta una carnicería y preguntó cuánto le cobrarían por carnear a su perro.
Absortos ante la pregunta, los empleados decidieron denunciar a la mujer y esa misma tarde, un grupo de rescatistas se acercaron al domicilio de la mujer para comunicarle que había una denuncia en su contra por intentar faenar a su mascota.
La mujer, lejos de negar la cuestión, le dijo al rescatista que no entiendía cuál era el problema: “Ya está en edad”, explicó; y agregó: “Yo le explico: mi papá y mi abuelo son de campo. Trabajaron siempre en el barrio Hipódromo con caballos. Cuando el caballo cumple un determinado tiempo se manda a faenar”.
Los rescatistas le consultaron qué era “faenar” para ella, que inmediatamente respondió “Primero lo pelas, sacas todo el pelaje que se usa para pullóveres, después lo cuereas, y el cuero lo usas para tapizado, y después le sacas los dientes, que se usan para odontología. Eso se hace con los animales”.
Tras los dichos de la señora, el rescatista planteó a sus acompañantes: “No sé si están entendiendo o yo estoy loco. Lo quiere cuerear, lo quiere matar”. Dada la situación, le comunicaron a la mujer que le iban a secuestrar al perro por maltrato animal y lo iban a dar en adopción.
A pesar de la resistencia de la mujer a entregar el animal, y en medio de una discusión que iba escalando el tono, el perro fue separado de su dueña y se encuentra ahora bajo el cuidado de los proteccionistas. La acusada, por su parte, fue demorada y llevada a la Comisaría 8º de La Plata donde le tomaron los datos para enfrentar una causa por maltrato animal.