Yo hago puchero, ella hace puchero, yo hago ravioles, ella hace ravioles.

Yo hago puchero, ella hace puchero, yo hago ravioles, ella hace ravioles.

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por Fabián Retamar

Hace algunos meses, cuando el electo presidente Javier Milei, aún sin haber asumido funciones, avisó que cortaría la obra pública y revisaría los fondos coparticipables para los proyectos de las provincias y los municipios; el intendente de Rosario, Pablo Javkin, anunció que propondría al Concejo Rosarino, aplicar una sobretasa vial del 1,6% a los combustibles.

Esto encendió las alarmas de distintas asociaciones empresarias que manifestaron su rechazo al cobro del tributo; entre ellas la Federación Gremial, el Movimiento Nacional de Pymes, la Organización Argentina de Mujeres Empresarias, el grupo Trascender, la Sociedad Rural Rosario, la Fundación Apertura, la Fundación Libertad; el Foro Regional Rosario; la Asociación Empresarios transporte de Cargas, la Cámara de empresas de transporte turístico, Conectando Empresas, Observatorio nacional Pyme, y la Asociación de transporte de Rosario.

Aunque la medida, además de polémica, es inconstitucional, el concejo rosarino, aprobó el proyecto y rápidamente, varios municipios, entre ellos Capitán Bermúdez, Villa Gobernador Galvez y Granadero Baigorria, entre otros, aplicarían este porcentaje sobre los combustibles; porque -como dijo- el intendente de Capitán Bermúdez, Daniel Cinalli en Rosario 3 “Copiamos a Rosario. Hay un desfinanciamiento de los municipios muy grande”. (¿Los fondos irán a bacheo o a gastos corrientes?)

Evidentemente algo no funciona, y no es de ahora, viene desde hace tiempo… y pareciera que naturalizamos este mal funcionamiento… naturalizamos la ineptitud, la inoperancia, la ineficiencia. Dejamos que el estado, en todos sus niveles, deje de ser garante de la seguridad, de la educación, del trabajo, de la vivienda, de la salud, etc., y se convierta en un estado recaudador; un estado cazabobos, que se vale de los contribuyentes (al menos de los que pueden pagar) para financiar los desbarajustes que ellos mismos provocan.

Antes fueron -y aun se mantienen- las cámaras, los radares de velocidad, las multas por cualquier motivo, montos de tasas sin estudio previo, y un sin fin de otros tributos a los que ahora se suma esta denominada “Tasa vial” del 1,6% sobre los combustibles que es totalmente arbitraria, inviable y anticonstitucional, como explica la Aldana Schiavi en el artículo publicado en abogados.com.ar (https://abogados.com.ar/la-inviabilidad-de-la-tasa-vial/33871)

Quizás por eso durante la primer quincena de enero pasado, luego de que el concejo rosarino aprobara el pedido de la intendencia, varias entidades empresarias de esa ciudad presentaron un pedido formal a la Municipalidad de Rosario para anular la Tasa Vial. En el comunicado, aseguran que se trata de una imposición tributaria inconstitucional, y a la vez que prometen ir escalando en el reclamo hasta llegar a la justicia. La nota fue remitida también al gobernador Pullaro.

El estado debería cambiar su lógica. Alguna vez se les tendría que ocurrir optimizar los recursos; gastar menos, recortar o achicar sueldos de funcionarios públicos (que no sabemos cuanto cobran), pedir al concejo que fije una tasa social o diferencial para sectores vulnerables, hacer una moratoria, etc… en fin, cualquier idea que sirva para que un mayor porcentaje de contribuyentes pague sus tributos.

Recurrir al cobro de una tasa vial, hace que lleguemos a un punto que roza con el absurdo… Si esto sigue así, un día de estos, con el argumento de que los ciudadanos tenemos que financiar el municipio, podrán pretender cobrarnos una tasa por consumo de comestibles, que seguramente querran recaudar a través de carnicerías, panaderías, verdulerías, supermercados, etc… y vale recordar que cuando se exprime un limón llega un punto en el que ya no se le puede sacar más jugo.


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