por Fabián Retamar
Desde hace varios años, diferentes estudios vienen marcando que un altísimo porcentaje de ciudadanos, superior al 60%, no cree en el sistema de Justicia Argentino. Y tal vez este dato de la realidad se deba, entre otros posibles factores, a situaciones como las que hoy son noticia: Al ex Jefe de los Fiscales de Rosario, Patricio Serjal, con prisión preventiva en el marco de la causa por coimas del juego clandestino, se lo beneficiará con prisión domiciliaria porque una junta médica corroboró su estado de “Angustia profunda y una marcada pérdida de peso”.
La situación de Serjal se da a comienzos del 2020, luego del crimen de Enrique Encino, de 64 años, oriundo de Las Parejas, que estaba en el Casino City Center de Rosario y cuando salió a fumar un cigarrillo, dos jóvenes que se movilizaban en una moto le ocasionaron la muerte de un disparo en el cráneo.
Luego vinieron las investigaciones, las pesquisas, y todo lo que tomó estado público, que llegó a involucrar al Senador Armando Traferri a quienes los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery, no lograron imputar… al menos por ahora.
Detrás de esta red de juego clandestino estaría el empresario Leonardo Peiti, que habría sobornado a Serjal para evitar la cárcel. Pero además, hace unos días, el ex fiscal Regional sumó una nueva imputación en la que le atribuyen dar la orden al fiscal Ledesma de no avanzar con la investigación por daño ambiental producido por la Petroquímica Bermúdez.
Serjal está detenido desde agosto de 2020 y según un informe de médicos forenses y psiquiatras del servicio penitenciario, su salud está muy deteriorada. Este sería el justificativo para que el juez Juan Carlos Leiva haya resuelto hacer lugar a la morigeración de prisión que había pedido el abogado defensor Hugo Lima. Por lo tanto, el ex fiscal podrá salir de la cárcel y continuar su preventiva en un domicilio particular, apenas el Estado le pueda suministrar una tobillera electrónica.