Dos reclusos detenidos en el penal de Las Flores, en Santa Fe, habían comenzado a cavar un túnel de aproximadamente dos metros de largo en uno de los pabellones que podría haber sido preparado para una futura fuga masiva.
Al parecer dos presos habrían realizado un hoyo para pasar a una celda contigua que estaba desocupada y en ella comenzaron a cavar un túnel de dos metros de largo por 70 centímetros de diámetro que iba en dirección al exterior del penal.
Según la nota publicada en el Diario Uno de Santa Fe, mientras se desarrollaba el encuentro por el pase a cuartos de final entre Argentina y Países Bajos, en una ronda un suboficial escuchó ruidos repetitivos provenientes del pabellón I. Detuvo su andar y percibió los mismos sonidos, mecánicamente articulados, como si se estuviera rompiendo una pared.
De inmediato y sigilosamente se hacia el lugar de donde provenían los ruidos, que eran las celdas 115 y 117 y allí confirmó sus sospechas. Inmediatamente convocó a los oficiales y suboficiales del GORO, quienes al investigar encontraron un gran túnel en cuyo interior encontraron tres teléfonos celulares que fueron secuestrados.
Aparentemente el túnel quedaba cubierto por mosaicos flojos debajo de la tarima de la cama y pasaba desapercibido. Los reclusos sospechados de iniciar el boquete fueron denunciados a la Fiscalía en turno como presuntos autores del delito, y apartados para ser trasladados a la cárcel de Coronda, según anunciaron fuentes oficiales.
Según reseña el Diario Uno, la llegada de los agentes del GORO de manera irruptiva y súbita, desarmó el trabajo articulado y ciclópeo de dos presos que trabajan en la rotura que había empezado desde hace muchísimo tiempo.
