El torneo debía finalizar en el día de hoy, pero las pésimas condiciones en que se desarrollaba el evento obligaron a FADA (Federación Argentina de Ajedrez) a suspenderlo. El CENARD no contaba con puestos de hidratación ni ventilación, por este motivo, y sumadas las altas temperaturas, muchos participantes sufrieron desmayos durante los días de la competencia.
El tradicional Campeonato Argentino de Ajedrez infantil y juvenil, que se estaba llevando a cabo en el CENARD fue suspendido debido a precarias condiciones en las que los ajedrecistas estaban compitiendo. Varios jugadores y adultos, sufrieron desmayos por las altas temperaturas y la no presencia de puestos de hidratación ni ventilación en el lugar donde se estaba disputando el torneo.
El certamen reunió a mas de 390 jugadores de todo el país, participan categorías sub 8 a sub 20. Julieta y Benjamin Gimenez participaron en categoría sub 18 y sub 16. Julieta sufrió desmayos dos de los tres días de juego. Juli comentó: «la ambulancia no daba abasto, los médicos me estaban atendiendo a mi y salieron a socorrer a una persona mayor que se desvaneció al salir de la sala de juego. Jugamos en una cancha de pelota paleta con techo de chapa, paredes cerradas, ventanas tapadas y una sola puerta de ingreso. ¡En Buenos Aires hacia 36° de sensación térmica, imagínate adentro de ese galpón! Éramos 390 jugadores ahí, más los árbitros y parte del público en las gradas. Era imposible respirar. Gracias a la ayuda de los padres y profesores los chicos se fueron recuperando de a poco, teniendo que abandonar sus partidas y darle por perdido el punto. Pero increíblemente el torneo continuó entre golpes de calor y sacando mesas a fuera, pasando por arriba de los chicos descompensados en el suelo, como si no pasara nada grave…algo nunca visto».
El sábado a las 21 horas FADA suspendió el torneo más importante del año debido a su propia pésima organización.
Cabe destacar que los chicos de todo el país se preparan un año entero para participar es este evento. Los gastos de inscripción son de $ 25.000 por jugador y a eso hay que sumarle los gastos en traslado, alojamiento, entrenadores y comidas. Las familias realizan un esfuerzo muy grande para afrontar dichos gastos que rondan en los $130.000 por jugador.
Los chicos baigorrienses que participaron se encuentran en buenas condiciones de salud y emprenden su regreso en el día de hoy.
