por Fabián Retamar
Tras el asesinato del artista callejero Jimi Altamirano, de 28 años, al que llevaron hasta la puerta de la cancha de Newell’s y lo ejecutaron con tres tiros dejando una nota para dos jefes de la barra rojinegra vinculados a los Monos; el gobernador Perotti pidió la renuncia de su Ministro de Seguridad Rubén Rimoldi, que había asumido en su cargo en Agosto pasado tras la renuncia del sucesor de Marcelo Sain, Jorge Lagna.
Pero en la madrugada del miércoles 8 de febrero, se produjo un ataque a balazos en el Distrito Sudoeste, donde funciona una sala de salud y los rosarinos que se acercan realizan diversos trámites. Los ventanales al frente, sobre calle Francia al 4400, presentaban varios impactos de bala. Esto -como suele suceder- desató una ola de despegue de responsabilidades.
Como resulta de manual en estos casos, el intendente de Rosario Pablo Javkin intentó despegarse del problema reclamando al gobernador Perotti que se haga cargo y pare la escalada de violencia en la ciudad. Vale recordar que en esta semana se registraron cinco homicidios además de varias balaceras.
Pero como también resulta de manual; el gobernador Perotti, consecuentemente, también intentó despegarse del problema y le reclamó al Ministro de Seguridad de la nación -Anibal Fernández- mas ayuda para solucionar el problema de la violencia en rosario; tras lo cual -y como corresponde en estos casos, siempre según el mismo manual, el ministro de seguridad de la nación respondió a través de un twit, que “Asombran las expresiones del Gobernador Omar Perotti que echó al ministro de Seguridad de Santa Fe y reclama ‘ayuda urgente del gobierno nacional” y continuó “El gobierno Nacional no ha dejado de invertir fondos nacionales para ayudar a resolver el problema de la ciudad de Rosario que lleva 20 años. Los resultados están a la vista. No dejaremos de acompañar con soluciones, buscando revertir este presente que estremece”
Bueno, el caso es que tras la salida de Rubén Rimoldi asumió un nuevo ministro de Seguridad de la provincia; se trata de Claudio Brilloni, de 60 años, nacido en Santa Fe ciudad. El flamante ministro forma parte del equipo del gobernador Omar Perotti desde su asunción en el cargo.
Brilloni es comandante retirado de Gendarmería Nacional y posee una vasta experiencia en el combate contra el narcotráfico, especializándose en organismos internacionales como el FBI. Ahora habrá que ver si logra hacer pie en el ministerio y si su plan de seguridad para la provincia, especialmente para la zona de Rosario y zona de influencia, resulta eficaz, logrando detener la escalada de violencia, o si en unos meses pasa por la picadora de carne y lo hace añicos como a todos sus antecesores.
